El papa Francisco es generalmente considerado el líder supremo de la Iglesia católica mundial, pero para David Bawden, un católico conservador de Topeka, en Kansas, Francisco y los otros cinco papas lo procedieron no son más que fraudes o «antipapas». Curiosamente, Bowen se considera el único papa verdadero de la Iglesia Católica.
David Bawden fue elegido Papa en Belvue, Kansas, por un cónclave de seis personas que se incluyeron a él y a sus padres. Se convirtió en el Papa Michael, el autoproclamado único y verdadero Papa de la Iglesia Católica, y ha pasado los últimos 28 años atrayendo seguidores y desempeñando sus deberes como líder religioso de miles de millones de católicos en todo el mundo, que incluyen reuniones de oración y La realización del Vía Crucis.
El 16 de julio de 1990, David Bawden, sus padres, Tickie y Kennett, y otros tres seguidores se reunieron en una tienda de segunda mano en Belvue y eligieron a David como el nuevo papa de la Iglesia Católica. Tomó el nombre de Papa Michael y la procesión concluyó con el mensaje tradicional «Habemus papam». En el camino de regreso de Belvue, el nuevo papa recuerda haber sido imapctado por el hecho de que a partir de ese momento era responsable de seis mil millones de almas en la Tierra.
En un documental de 2010, el pontífice auto-elegido dijo que tenía alrededor de 30 seguidores de fierro, además de muchos otros que habían ido y venido a lo largo de los años. Un año antes, un artículo en el Lawrence Journal estimaba que sus seguidores se aproximaban a los 50. Con cifras como esa, no es de extrañar que el Papa Michael siempre haya estado luchando para financiar su iglesia. Intenta arreglárselas con las donaciones y los ahorros de su familia, pero también hace trabajos ocasionales de vez en cuando.
Por el momento el «papa Miguel» está muy lejos de cumplir su sueño de ser reconocido como el verdadero papa de la Iglesia Católica, pero continúa activo en las plataformas de redes sociales como Facebook y Twitter, y actualiza constantemente su sitio web, Vatican in Exile. Una vez envió una carta de excomunión al Papa Juan Pablo II, pero nunca recibió una respuesta.
