Por la presión de los Estados Unidos y con la conformidad de China, el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas aprobó un paquete de sanciones contra Corea del Norte, que rechazó la resolución y advirtió que se trata de una virtual declaración de guerra.
Las sanciones, en respuesta a las recientes pruebas nucleares norcoreanas, fueron aprobadas por unanimidad, incluyendo el voto de China, el único país aliado de Pyongyang en el organismo.
La resolución 1718 exige la inmediata eliminación de todo armamento con poder nuclear, la suspensión de pruebas e investigaciones, la prohibición de exportar o importar materiales y tecnologías atómicas y la reapertura de la mesa de diálogo con Estados Unidos, China, Rusia, Japón, y Corea del Sur.
De no cumplir con estos requisitos, el Consejo de Seguridad podría declarar a Corea del Norte como “una amenaza para la paz y la seguridad internacional”, que dejaría a bierta la posibilidad de una intervención militar para asegurar el desarme y la caída del actual Primer Ministro, Kim Jong-il.
El Gobierno norcoreano ya adelantó que no acatará la resolución, a la que calificó como “injustificable” y advirtió que si Estados Unidos continúa ejerciendo presión política y militar, Corea del Norte tomará esos gestos como una abierta declaración de guerra.
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