El rompehielos Almirante Irízar, uno de los barcos más emblemáticos de la Armada argentina, ayer se incendió y sus 238 tripulantes tuvieron que abandonar el barco y luego fueron rescatados. El capitán, decidió quedarse a bordo para tratar de salvar la embarcación.
El fuego se inició cerca de las 22 horas del martes, en el sector de popa donde están las grúas y otras máquinas.
Una hora y media después, el comandante del barco, capitán de fragata Guillermo Tarapow, ordenó la evacuación ante el avance de las llamas, favorecidas por la enorme cantidad de combustible almacenado a bordo.
El Irízar quedó fondeado en altamar, a 140 millas náuticas de Puerto Madryn (unos 240 kilómetros). El futuro del barco resulta incierto, ya que no se descarta un eventual hundimiento.
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www.clarin.com/diario/2007/04/12/sociedad/s-03215.htm
www.pagina12.com.ar/diario/sociedad/3-83202-2007-04-12.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/informaciongeneral/nota.asp?nota_id=899369