La casa de uno de los jefes de la barra brava de River -Adrián Rousseau- fue baleada en la madrugada de ayer, en el marco de una profunda crisis. El presidente del club, José María Aguilar, aseguró que no va a renunciar.
El ataque a la casa de Rosseau fue interpretado como la continuidad de los violentos enfrentamientos desatados el domingo cerca del Monumental, episodio a partir del que dos personas resultaron heridas de arma blanca.
Los enfrentamientos de poder entre el sector de la barrabrava que dirige Rousseau y el comandado por los hermanos Schlenker se remontan a unos cuantos meses.
El presidente del club, José María Aguilar, se mostró preocupado por los hechos pero insistió en que “dar un paso al costado no sería una decisión feliz” y ratificó el respaldo a Passarella, duramente cuestionado por los hinchas a causa de la floja campaña del equipo.
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www.clarin.com/diario/2007/05/08/deportes/d-04815.htm
www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-84623-2007-05-08.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/deportiva/nota.asp?nota_id=906756