La pelea entre los titulares de la AFIP y la Aduana terminó ayer con la decisión de la presidente Cristina Kirchner de separar a ambos de sus cargos.
Así lo anunció Alberto Fernández, Jefe de Gabinete, al confirmar el relevo de Alberto Abad al frente del ente recaudador por Carlos Fernández, un funcionario de carrera que fue hasta diciembre ministro de Economía de la provincia de Buenos Aires.
Abad entrega una AFIP con records históricos de recaudación. Echegaray era un pingüino referenciado en Rudy Ulloa, hombre cercano a Néstor Kirchner. La pelea entre ambos fue por el “sistema María”, que controla los ingresos y egresos de mercadería. Echegaray había dicho públicamente que había fallas en el sistema y esto molestó a Abad.
Al parecer, Abad había renunciado, antes de sentirse obligado a una convivencia forzada, mientras que Echegaray se sentía seguro por el apoyo de Ulloa. La decisión final fue equidistante: se pidió la renuncia a ambos. Aun no se sabe quien estará al frente de la Aduana.
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