Luego de cumplir 18 años tras las rejas en la cárcel de Aranjuez, al sur de Madrid, José Ignacio De Juana Chaos, uno de los etarras más temidos en la década del ’80, quedó en libertad de acuerdo a las leyes españolas. Su liberación generó numerosas muestras de rechazo y movilizaciones de repudio.
El ex terrorista había sido condenado en 1987 a más de 3000 años acusado de participar en 11 atentados en los años 80, en los que murieron 25 personas. Sin embargo, de acuerdo al ordenamiento legal de España, el tiempo máximo que puede pasar una persona en prisión es de 30 años. De Juana Chaos permaneció 18 y quedó libre tras una reducción por su «rendimiento intelectual» y los títulos universitarios obtenidos en prisión.
La Asociación de Víctimas del Terrorismo (AVT) convocó a una serie de protestas en varias ciudades de España; y en Madrid la concentración se hizo en la plaza República Dominicana, donde en 1986 murieron 12 miembros de la Guardia Civil en un atentado del que participó De Juana Chaos.
Tanto el Jefe de Gobierno español, José Luís Rodríguez Zapatero, como la vicepresidenta, María Teresa Fernández de la Vega, se mostraron afectados por la liberación pero aseguraron que era imprescindible respetar la ley. En el mismo sentido se pronunció el juez Baltasar Garzón, uno de los principales impulsores de causas contra ETA, quien recordó que el ex terrorista ya cumplió la condena por los crímenes cometidos.
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