Una tensa calma mantiene a los bolivianos expectantes esperando el referéndum revocatorio al que se someterá mañana el presidente Evo Morales y ocho prefectos. Las acusaciones de golpismo y centralismo que se escuchan desde hace meses se intensificaron en las últimas horas.
Durante la semana, el presidente Morales debió suspender varios actos en el interior del país al ver amenazada su seguridad. Por la misma causa también cancelaron su vieja a Bolivia los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y de Argentina, Cristina Fernández, quienes pretendían dar un respaldo político a su par boliviano.
A la violencia desatada días atrás, se les sumaron las acusaciones cruzadas: el ministro de la Presidencia, Juan Ramón Quintana, dijo que Bolivia está en el «umbral de un verdadero golpe de Estado»; en tanto, la oposición asegura que la elección es «injusta, ilegal y tramposa».
El referéndum revocatorio fue propuesto originalmente por la oposición y luego impulsado por el mismo presidente. Tiene por objetivo ravalidar los mandatos (la presidencia y ocho prefecturas) ante los sectores que sistemáticamente han rechazado las medidas tomadas en La Paz. El presidente y los prefectos sólo serán removidos si en la elección de mañana tuviesen más votos negativos que los positivos obtenidos en las últimas generales, partiendo de un umbral del 50 por ciento.
En los últimos días se vio a grupos de manifestantes contrarios al gobierno de Morales que con violencia le impidieron aterrizar (o descender del avión) en varias ciudades del interior. Al mismo tiempo, los habitantes de El Alto, el principal bastión electoral oficialista, aseguran que aún si perdiese la elección defenderán al presidente “así tengan que correr litros de sangre”. Mientras tantos, se suceden a nivel internacional los llamamientos a la calma: la ONU y la OEA, entre otros organismos supranacionales y organizaciones civiles, pidieron que los comicios se desarrollen en paz.
Más información
www.clarin.com/diario/2008/08/09/elmundo/i-01733461.htm
news.bbc.co.uk/hi/spanish/latin_america/newsid_7550000/7550711.stm
www.elmundo.es/elmundo/2008/08/07/internacional/1218121805.html
