Incluiría a General Motors y Chrysler solamente ya que Ford no vive una situación tan apremiante. Bush dijo que no tolerará una quiebra desordenada de las compañías.
La semana pasada, el Senado de los Estados Unidos se negó a autorizar un crédito de 14.000 millones de dólares destinado a evitar por tres meses las quiebras de General Motors y Chrysler. Ayer jueves, en la Casa Blanca comunicaron que el presidente George Bush no descarta llevar a cabo una «quiebra ordenada» de estas dos empresas.
Por su parte, Ford Motors, que no atraviesa una situación tan asfixiante, no está previsto que forme parte de ningún plan de rescate. La portavoz de Bush, Dana Perino, señaló que «el presidente no va a tolerar que se produzca una quiebra desordenada de estas compañías».
La funcionaria también indicó que «una quiebra desordenada sería algo muy caótico y supondría un sobresalto para el sistema. Existe una forma de llevar a cabo procesos de bancarrota de una manera ordenada que conlleva un aterrizaje más suave. De eso es de lo que estamos hablando. Ésa sería una de las opciones».
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