De acuerdo a lo anunciado oficialmente el 4 de diciembre, el plan de estímulo a la compra de automóviles «0» kilómetros debería funcionar desde mañana. Sin embargo, aún se están definiendo detalles de la operatoria, lo que deja en la duda y la incertidumbre a buena parte de los interesados.
El plan es parte de la estrategia del Gobierno para mantener la actividad de las automotrices locales, que en los últimos meses del año vieron caer dramáticamente sus ventas en el mercado interno – y también sus exportaciones – a raíz de la crisis financiera internacional. Y contempla la venta prácticamente al costo de los tres modelos más económicos que fabrican cada una de las seis terminales del país.
Con ello se espera lograr la venta de 100.000 unidades el año que viene, evitando de esta forma el despido de personal de las plantas argentinas.
El plan tiene dos modalidades: una de financiación a través del dinero fresco que ingresó recientemente a la Anses – algo así como un plan de autoahorro –, y otro con créditos prendarios otorgados por las entidades bancarias. Si bien la primera podría empezar a correr a partir de mañana, faltan definir detalles de la segunda, que se demoraría otros diez días en entrar en funciones.
Más allá de esto, la operatoria resulta ser complicada y poco clara para los interesados, quienes deben completar una serie de planillas y pagar una seña en las concesionarias para asegurarse una unidad. Otro de los obstáculos que se presenta tiene que ver con la exigencia de que éste sea el primer cero kilómetro al que acceda el comprador.
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