Con una semana de retrazo por problemas de salud, la Presidenta Cristina Fernández inicia hoy una visita a Cuba en la cual tiene previsto entrevistarse con Raúl Castro y firmar una decena de acuerdos. El viaje también tiene un fuerte contenido diplomático ya que las relaciones entre ambos países tuvieron un pico de tensión durante la presidencia de Néstor Kirchner por el caso Hilda Molina.
La comitiva argentina – acompañan a la Presidenta cinco ministros y varios legisladores – permanecerá tres días en la isla. La Cancillería se encargó de destacar que el viaje tiene como fin principal la firma de una decena de acuerdos comerciales y de cooperación en energía, agro, salud, trabajo y transporte, entre otros.
La visita de Cristina Fernández es un viejo anhelo que no pudo concretar su marido, Néstor Kirchner, cuando las relaciones entre ambos países se tensaron: Argentina le pidió al entonces presidente Fidel Castro que deje viajar a Buenos Aires a la médica Hilda Molina, petición que fue lisa y llanamente negada por el gobierno de la isla.
Más allá de las idas y vueltas por el caso Molina, siempre hubo cierto acercamiento entre Argentina y Cuba. Por eso es una incógnita si Cristina Fernández volverá a plantear el caso Molina o evitará nuevos roces. Por lo pronto, la Presidenta ya tiene en agenda una entrevista, mañana a la tarde, con el mandatario cubano Raúl Castro Ruz. No se sabe aún si habrá también algún encuentro con el convaleciente líder de la Revolución, su hermano Fidel.
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