El cantante se retiró cuando le marcaron que ya había cumplido su tiempo arriba del escenario. “Y bueno; vámonos si nos están corriendo”, dijo.
Todo comenzó cuando le negaron, al Chaqueño, el pedido de cantar dos horas, excusándose que se tenía que cumplir con las pautas establecidas para el festival que concede la duración de una hora y diez minutos como máximo. Más allá de las reglas, a él se le permitió excederse del tiempo.
Se negó a volver al escenario cuando la multitud lo aclamaba para un último tema. “No se puede cantar cuando te apuran, ya pasaron los tiempos en los que yo cantaba apurado”, se defendió el cantante.
En una conferencia de prensa posterior a su actuación, el Chaqueño enojado justificó su pedido de cantar más temprano sosteniendo que la gente “tiene que esperar mucho”. Y “cada vez que subo veo a mujeres que están con sus hijos dormidos”, dijo el Chaqueño quien responsabilizó a la gente de la organización de que el público se haya quedado con ganas de más canciones.
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