Unas 200 personas estuvieron en las instalaciones del Grupo Clarín. La inspección alcanzó incluso los domicilios particulares de algunas de las autoridades.
En la jornada del jueves, la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP) envió a las redacciones de los diarios Clarín, Olé y La Razón -todos del Grupo Clarín- unos 200 inspectores. Se trató de una inspección masiva y simultánea del organismo público que incluso alcanzó a los domicilios particulares de algunos de sus directivos, síndicos y apoderados.
El titular de la AFIP, Ricardo Echegaray, desautorizó más tarde el operativo que por más de dos horas requirió información fiscal y previsional a empleados y a autoridades del multimedio. «Los inspectores querían ingresar a toda costa en el edificio, pero cuando les preguntábamos por el motivo del allanamiento titubeaban, no sabían explicarlo», contó el gerente de Comunicaciones Externas de Clarín, Martín Etchevers.
A última hora de la tarde de ayer, Echegaray le envió una carta al editor general del diario, Ricardo Kirschbaum, en la que le aseguró que no se ordenó llevar a cabo ningún procedimiento especial de inspección física en las instalaciones del Grupo Clarín por lo que pidió perdón. Asimismo, informó que por esta medida se despidió a dos funcionarios, aunque no los identificó.
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