El festejo dividido el 17 de octubre y los discursos de quienes los encabezaron reflejan la división hacia dentro del partido. Cristina Fernández y Néstor Kirchner celebraron el día de la lealtad en La Plata, mientras que el peronismo disidente lo hizo en Capital.
«Quienes agravian, descalifican o insultan, es porque no se les cae una sola idea para debatir como propuesta alternativa», dijo ayer la Presidenta ante las primeras líneas del PJ bonaerense y centenares de militantes que se congregaron en el Teatro Argentino de La Plata. También llamó a avanzar con que la reforma política «para que los partidos se democraticen en serio».
En el palco, acompañaron a Cristina Fernández el ex presidente Néstor Kirchner, el gobernador de Buenos Aires, Daniel Scioli, el vice, Alberto Balestrini, y el titular de la CGT, Hugo Moyano. En el acto se homenajeó a Antonio Cafiero, quien recibió una placa de manos de la Presidenta y la intención de declararlo Ciudadano Ilustre.
Por la mañana, Néstor Kirchner había hablado ante jóvenes kirchneristas en la quinta de San Vicente, donde descansan los restos de Juan Domingo Perón. Allí advirtió sobre una campaña de «agravios e insultos» que los militantes deberán contestar «poniendo la otra mejilla». También propuso ofrecer «amor, cariño, justicia, (y) levantar la bandera de la alegría y de la sonrisa».
Por su parte, Felipe Solá eligió la Ciudad de Buenos Aires para su acto encabezando el PJ disidente. En el Estadio Obras juntó a su tropa, compartida también por Adolfo y Alberto Rodríguez Saá, Jorge Busti y Ramón Puerta. Allí reclamó unidad «para ser una patria como la que quería Juan Perón» y sostuvo: «Somos una Argentina unitaria y queremos ser una Argentina federal».
En uno de sus pasajes más duros, el bonaerense criticó al Gobierno y reclamó «el fin de la dictadura de la caja y la opresión continua». También habló de «dos iluminados que creen saberlo todo».
A la celebración en Capital habían sido invitados, entre otros, Eduardo Duhalde, Carlos Reutemann y Juan Carlos Romero. En declaraciones periodísticas, Felipe Solá había dicho sentirse respaldado por estos referentes. Chiche Duhalde, en tanto, se limitó a decir en una entrevista radial que «el peronismo pasa por una etapa difícil y no hay mucho para festejar.»
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