Se cumplió uno de los objetivos propuestos por los miles de físicos que trabajan en el proyecto. Se alcanzó una energía a la que nunca se había llegado en la historia de la humanidad.
Una inmensa alegría podía observarse ayer martes en los rostros de unos 10.000 físicos de todo el mundo que finalmente logaron uno de los cometidos que se habían propuesto con la creación de la Máquina de Dios. Si bien ocurrió con un año y medio de retraso, ayer lograron reproducir el instante siguiente al Big Bang y el origen del Universo.
Esto se logró gracias a que el Large Hadron Collider (LHC) pudo hacer chocar haces de protones a siete billones de electronvoltios, una energía nunca alcanzada en la historia de la humanidad. Entre los científicos que trabajan en el proyecto de la Máquina de Dios se encuentra un destacado grupo de argentinos que investigan en las universidades de La Plata y de Buenos Aires.
«De repente, veíamos una luz que se perdía y decíamos ‘no, no puede ser!’”, relató la doctora María Teresa Dova, investigadora de la Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y responsable de la participación argentina en el proyecto del Centro Europeo de Investigación Nuclear. Al respecto comentó que «cuando finalmente vimos la línea recta que indicaba que los haces estaban en el rumbo correcto, saltamos de alegría».
Más información
www.lanacion.com.ar/nota.asp?nota_id=1249246
www.elmundo.es/elmundo/2010/03/30/ciencia/1269930781.html
www.clarin.com/diario/2010/03/30/um/m-02170294.htm
