Néstor Kirchner encabezó ayer un acto en la ciudad de Río Gallegos que representó una defensa cerrada del kirchnerismo ante los intentos de la oposición de llevar al Congreso un proyecto de intervención a esa provincia. Pero la sorpresa vino por la revelación del ex presidente de volver a fijar domicilio en el sur, pese a que en las últimas elecciones fue elegido diputado por la provincia de Buenos Aires.
Junto a 14 gobernadores, Néstor Kirchner respaldó al actual mandatario santacruceño, Daniel Peralta, quien todavía se resiste a acatar la orden de la Corte Suprema de restituir a un fiscal que el propio Kirchner desplazó cuando era gobernador.
Sin embargo, el ex presidente fue claro en un punto: en marcar diferencias con la estrategia que venía teniendo el kirchnerismo de confrontar con la CSJ. «Podemos tener acuerdos o diferencias con la actual Corte Suprema, pero quien les habla es respetuoso de la independencia de la Justicia».
Más allá del peso político de ese pasaje, la sorpresa mayor había llegado al comenzar con su discurso: abrió anunciando que fijará domicilio en su ciudad natal «para volver a pelear por los intereses de Santa Cruz». A metros de él sonreía Daniel Scioli.
En las últimas elecciones, Kirchner fue electo diputado por la provincia de Buenos Aires, distrito al cual había mudado su domicilio sólo a los efectos de conseguir una banca y empujar con su nombre el voto al Frente por la Victoria. En los últimos meses se especulaba con su intención de ir ahora por la gobernación bonaerense, rumor que habría quedado enterrado ayer.
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