Consideran que el triunfo del Frente para la Victoria fue «una señal». Algunos hablan de reagruparse, otros descartan las alianzas y otros dejan la puerta abierta para eventuales acercamientos.
Luego de la, para muchos, sorpresiva victoria del Frente para la Victoria en las elecciones a gobernador de Catamarca, desde la oposición han comenzado a replantearse sus estrategias políticas. Los principales dirigentes opositores intentarán reagruparse para hacerle frente al kirchnerismo en las próximas elecciones provinciales y presidenciales.
En primer término el radical Ernesto Sanz y el peronista disidente Francisco De Narváez se pronunciaron a favor de marco “amplio” de alianzas, algo similar a lo que consideraría el vicepresidente Julio Cobos. En tanto, Ricardo Alfonsín prefirió no hablar de alianzas ya que justamente recordó “los errores de la Alianza” de 1999.
Por su parte, Elisa Carrió reiteró su candidatura a presidente aunque no cerró la puerta a eventuales acercamientos, mientras que el líder de Proyecto Sur, Pino Solanas, lo calificó como una “payasada”. Quien también mostró su preocupación es Ricardo López Murphy quien subrayó que lo de Catamarca “es una señal importante para una oposición muy fragmentada . Hay que reconocer que la Presidenta tiene fortaleza electoral y estamos en riesgo de que pueda noquear en primera vuelta”.
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