El lunes por la mañana un grupo de trabajadores de seguridad de Unicenter decidían en asamblea si cortaban o no la Panamericana en reclamo del pago de horas extras. Ante la pregunta de por qué no ejercían alguna otra medida gremial, la respuesta fue “si no cortamos nadie nos da bola”. La postal es más representativa de la Argentina actual que una imagen de las Cataratas o del glaciar Perito Moreno. Cualquier conflicto amerita un corte de calle, puente o ruta.
El paro, el quite de colaboración, la retención de tareas, dejaron paso a protestas callejeras que en lugar de afectar directamente a la patronal –en principio, responsable de la “injusticia”– le complican la vida a miles de personas ajenas al problema. Hace diez días un corte en el Puente Avellaneda terminó con un joven brutalmente agredido por obreros portuarios. Cristina Fernández utilizó su discurso ante la Asamblea Legislativa para pedir que se legisle sobre esta metodología que se extendió a todo el país. En la oposición, aunque no ahorraron críticas, aplaudieron la iniciativa. En el oficialismo y los partidos de izquierda se abrió la polémica.
Durante diez años el gobierno hizo un culto de no reprimir la protesta social. ¿La presidenta cambió de opinión? En el gobierno tratan de aclararlo: “una cosa es no reprimir y otra muy distinta es cortar por cualquier tema”. Entre quienes se oponen a legislar sobre el tema están los que no aceptan que se quiera “regular la protesta” (dicen que primero hay que preguntarse sobre sus causas). Y están aquellos que opinan que en el código penal actual (art 194) hay elementos suficientes para sancionar los cortes y que sólo falta decisión política. De hecho hay cientos de procesados. Los medios de comunicación que televisan los cortes aunque los protagonicen pocas personas también están en el centro de la discusión.
Vilma Ripoll es enfermera del Hospital Italiano, fue legisladora y es dirigente del MST, una agrupación de izquierda que apuntala muchas de las protestas callejeras. Estuvo procesada por cortar la Panamericana y llegaron a aplicarle un embargo. En la charla que mantuvimos esta mañana -y que se reproduce por gentileza de Vorterix.com– rechaza la idea de legislar sobre los cortes, critica al gobierno y sugiere la creación de una suerte de comité de emergencia para resolver conflictos laborales. El testimonio vale para comenzar un debate necesario. ¿Vos qué opinás? Dejá tu comentario acá abajo.