Sprinkles, la cadena de magdalenas más popular en los EE.UU., acaba de abrir un «Cajero Automático de Magdalenas» en su tienda de Nueva York, la primera de su tipo en la zona. Apenas el local abrió sus puertas, la fila para comprar cupcakes tenía una cuadra de largo.
El furor que causó esta máquina que proporciona magdalenas a gusto, también conocidas como «muffins», repercutió en las redes sociales e incluso en importantes cadenas de televisión como la CNN.
Similar a un cajero automático, este fenómeno llegó para revolucionar el mercado de las magdalenas. Cada consumidor podrá elegir hasta cuatro pastelitos cuyo valor es de cuatro dólares con 25 centavos cada uno.
Lo más importante de la noticia, sobre todo para aquellas personas que salen de fiesta y su estómago empieza a crujir a altas horas de la noche, es que «The Cupcake ATM», así es su nombre en inglés, estará abierto las 24 horas del día.
Sin embargo, los neoyorquinos se emocionaron más de los esperado con esta iniciativa y la fila por comprar magdalenas continúa incluso a la madrugada. Sin dudas, la industria gastronómica encuentra en los Estados Unidos un mercado óptimo, tal vez se deba a los elevados índices de obesidad de su población.