Se trata de la aplicación Uber, que permite ubicar potenciales conductores y abonar desde el celular mediante pago con tarjeta de crédito. Los choferes de taxis se quejan de la ilegalidad del servicio y de una competencia desleal con los profesionales del transporte.
Londres, París, Berlín, Milán, Madrid y Bruselas entre otras grandes ciudades del mundo, se han convertido en epicentros de una polémica feroz respecto de una app de smartphone llamada Uber. La situación ha llevado a que tanto empresas como sindicatos de taxistas realizaran paros en demanda de la prohibición del servicio, como en la ciudad italiana, donde la medida de fuerza se extendió por cinco días la semana pasada. En América Latina, recién está desembarcando en Bogotá, Colombia.
Uber es una aplicación para dispositivos Android e iOS, que permite solicitar vehículos de transporte en la ciudad desde el celular. La aplicación ofrece seleccionar el punto de recogida exacto a través de un servicio de mapas y ofrece una forma de pago basada en la introducción de la tarjeta de crédito. Así, se ha convertido en una alternativa al servicio de taxis tradicional. Pero los taxistas han puesto el grito en el cielo.
El representante de la una organización gremial española Fedetaxi, Julio Moreno, indicó que Uber «pretende saltarse todo tipo de legislación en materia de transporte y laboral, perjudicando, no solo a los taxistas, sino también a los usuarios». Por su parte Luis Berbel, presidente del Sindicato de Taxistas en Cataluña (STAC), explicó que «mientras el taxista necesita, entre otras muchas cosas, una licencia y un vehículo determinado, Uber consigue grandes beneficios sin cumplir con ninguna de las condiciones a las que nuestro sector tiene que ajustarse». Berbel, además, recalca que la compañía vulnera «descaradamente» la normativa en tanto que «permite que cualquier persona con un vehículo privado pueda transportar pasajeros, con el peligro que ello supone».
En el mismo sentido se expresó Eduard Ràmia, gerente del Instituto Metropolitano del Taxi, al afirmar que la aplicación «carece de una autorización para ejercer como empresa mediadora de transporte público. Aún más, las personas que se vinculen con esta empresa para hacer este tipo de actividad también estarán infringiendo la ley ya que para trasladar a personas de un lugar a otro con remuneración económica se requiere un permiso».
Al ser consultada por las quejas de los taxistas, Anna Aguilar, responsable de prensa de Uber en España, aseguró que la empresa «está abierta al diálogo con las autoridades para aclarar la situación». «Uber es una empresa de tecnología que ofrece soluciones inteligentes para la movilidad urbana, no se dedica al transporte de viajeros sino que pone en contacto a particulares con particulares para que se beneficien mutuamente».
Intentando pensar el problema desde un nuevo enfoque, el fundador del blog Consumo Colaborativo recalcó la necesidad de aprovechar las ventajas de la economía colaborativa y afirmó que las complicaciones terminarían si la empresa operase de forma alegal: «Solo habría que sustituir los pagos por donaciones».
El titular de Hailo, una empresa similar a Uber, pero que legalmente coordina a taxistas mediante una aplicación, Carlos Lascorz, dijo que la polémica aporta a retratar al sector del taxi como un gremio «excesivamente tradicional y atrasado» y reivindicó su app: «Está dando al sector el empujón que necesitaba».
En distintos lugares ya ha intervenido la justicia sobre este tema. Por ejemplo, en Bruselas, Bélgica, la corte prohibió el servicio y aplican multas de hasta 10 mil euros por utilizar el servicio.
En este contexto, el próximo 11 de junio la Unión Nacional del Taxi (Unalt), la Federación Española del Taxi (Fedetax) y la Confederación del Taxi de España (CTE) convocan una manifestación en Madrid para pedir que se establezcan las medidas oportunas para impedir que empresas como Uber se establezcan a nivel nacional y para que «se persigan y prohíban este tipo de prácticas». Además, anticiparon que en caso de no resolverse el conflicto están dispuesto a convocar a la huelga. Para la misma fecha, planean acciones también en Alemania.