martes 19 de marzo de 2024
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Sicarios

El sábado pasado no llegué a tiempo a la fiesta de los Martín Fierro de la radio para recibir el premio con el que Aptra distinguió al programa Guetap (Temporada 2016 de Vorterix). Tenía un compromiso previo: la despedida del espectáculo El Amor Muerde que hace tres años hacemos con mi amiga Sandra Corizzo. Sí, aunque parezca extraño, estaba leyendo mis poemas en un bar (lo ratificó en un amoroso tuit Carlos Rottemberg).

No llegué a tiempo para agradecer el premio en persona y lo lamento. Siempre aprovecho esos eventos para dar mi punto de vista sobre la profesión. A nadie sorprendo con eso, menos a los amigos de Aptra que accedieron a ubicar la terna lo más tarde posible. Ante la posibilidad de no llegar y que tuviéramos la suerte de ganar le mandé unas líneas a Verónica Castañares, locutora y amiga que me acompaña en el aire desde hace 8 años. Una nota al paso: el cuerpo que lleva a quien fuera en otro tiempo el escritor Federico Andahazi la calificó en el programa La Cornisa, como “una sicaria”. Tal vez esté manejando información que nosotros desconocemos, por las dudas vamos a tomar algunos recaudos.

Pero volviendo al texto que le pasé a Vero. No quería dejar de advertir sobre la situación que vive nuestro gremio (más de dos mil puestos de trabajo se perdieron en dos años y peligran otros tantos). No hice tanto hincapié en los empresarios porque no son el eje de mi interés, sólo me preocupan los laburantes. Los que hicieron mucho dinero con pauta oficial en el gobierno anterior (desde Sergio Spolsky a Luis Majul) y luego se fugaron o se acomodaron a los nuevos tiempos; los empresarios que cierran medios ahora o pretenden quedarse con otros sin poner un peso, me preocupan poco. Se saben cuidar muy bien solos y si alguno tiene que ir preso es algo que debe resolver la justicia. Espero que lo haga pronto.

No creo que esto haya molestado a Alfredo Leuco y a otros sensibles. Estimo que lo que los irritó fue mi opinión sobre cómo se está trabajando en la actualidad. Como dirían en el barrio, tergiversando con humor un refrán popular, “con la verdad me temo que ofendo”.

Si se deja de lado los egos quizá estemos a las puertas de un debate que puede ser provechoso para todos.

Sobre los incidentes no hace falta aclarar demasiado: no tuvimos nada que ver. Es más, me enteré horas después de lo que había pasado. Dijeron de todo en las redes sociales y recién el domingo a las 11 de la mañana un periodista me llamó para tomar mi versión. Es triste que no podamos debatir sin gritos ni insultos. Es patético que no podamos chequear una información en una reunión repleta de periodistas. También eso revela un estado de situación.

Para esa discusión posible, a continuación el texto que le pasé a Vero. Ella leyó lo que pudo en ese momento de emoción.

Siempre es lindo recibir un premio. En este caso, además, porque remite a un proyecto que responde a una manera diferente de hacer radio.
Por eso gracias Aptra por considerarlo valioso.
Gracias a Mario Pergolini y a Vorterix que nos cobijó 5 años. Gracias a las autoridades de Radio con Vos, nuestra nueva casa. El lugar que nos permite seguir haciendo radio como lo sentimos desde siempre: apostando a reír y a pensar.
Lo triste es recibir un premio en un momento tan delicado para los trabajadores de los medios en general. En los últimos dos años se perdieron más dos mil puestos de trabajo y peligran muchos más.
Y mientras el gobierno actual y los empresarios se tiran responsabilidades y señalan al gobierno que pasó, o los que se rajaron…
Lo cierto es que hay miles de compañeros sin trabajo o sin cobrar. Muchas familias en la incertidumbre.
Les pedimos que no miren para otro lado. Tienen q hacerse cargo.
Porque menos medios implica menos voces en el aire. Y menos voces es menos libertad de expresión. Y no nos corran con el verso de la depuración natural del mercado.
Por último. Le queremos dedicar este premio a nuestros queridos. A los que nos sostienen en el día a día. También a nuestros oyentes. A la Inmensa Minoría.
Y en especial a los periodistas que siguen siendo críticos y severos con los poderosos de turno, a los gobiernos hay que controlarlos no aplaudirlos.
Desconfíen de los que criticaban antes y aplauden ahora. Y viceversa.
Aplaudiendo se puede ganar fama y, dependiendo de la pauta, quizá mucho dinero pero nunca prestigio y respeto.
Si lo pensás un poco, la elección no es tan difícil. No elegimos este laburo para aplaudir.
Gracias, otra vez.