jueves 18 de abril de 2024
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El impacto de las redes sociales sobre la salud mental de los jóvenes

Un estudio realizado este año por la ONG británica Mental Health Foundation afirma que aproximadamente una cuarta parte de los adultos británicos han sido diagnosticados en algún momento con un trastorno psiquiátrico. Tales enfermedades tienen muchas causas, pero una reciente investigación demuestra que en el caso de los jóvenes, están vinculadas con el consumo excesivo de redes sociales.

Según una encuesta realizada en 2017 por la Royal Society for Public Health, los británicos de 14 a 24 años creen que Facebook, Instagram, Snapchat y Twitter tienen efectos perjudiciales para su bienestar. En promedio, informaron que estas redes sociales les dieron un margen adicional para la autoexpresión y la construcción de comunidades. Pero también dijeron que las plataformas agravaron la ansiedad y la depresión, los privaron del sueño, los expusieron al bullying, y crearon preocupaciones sobre su imagen corporal y «FOMO» («miedo a perderse algo»). Los estudios académicos encontraron que estos problemas tienden a ser particularmente graves entre los usuarios frecuentes de redes.

Sean Parker, presidente fundador de Facebook, admitió que el producto funciona al «explotar una vulnerabilidad en la psicología humana». De hecho, un experimento realizado por cinco neurocientíficos en 2014, concluyó que Facebook activa la misma parte del cerebro que el juego y el abuso de sustancias. Sin embargo, es muy difícil demostrar que obsesionarse con los «me gusta» y los comentarios puede causar una enfermedad mental. El esfuerzo más convincente fue una encuesta que realizó un seguimiento de un grupo de 5.208 estadounidenses entre 2013 y 2015. Se encontró que un aumento en la actividad de Facebook se asociaba con una futura disminución en la salud mental reportada.

Una solución obvia al problema es reducir el tiempo de pantalla. Incluso los usuarios más obsesivos deberían poder hacerlo. El estudio neurocientífico en Facebook descubrió que la capacidad cognitiva de los sujetos para inhibir su comportamiento impulsivo estaba menos afectada que para los adictos a las drogas o al juego. Y los datos de Moment, una aplicación de seguimiento de actividades, muestran que es posible que los consumidores que pasan menos tiempo en redes sociales estén más contentos. La aplicación pregunta cada semana a 1 millón de sus usuarios si están contentos o tristes con la cantidad de tiempo que han pasado en varias plataformas. Casi el 63% de los usuarios de Instagram reportan ser miserables, un porcentaje mayor que para cualquier otra red social. Pasan un promedio de casi una hora por día en la aplicación. El 37% que está contento gasta en promedio algo más de la mitad del tiempo.

La tasa de felicidad es mucho mayor para FaceTime (91%), una aplicación de videollamadas y llamadas telefónicas (84%). Cuando se trata de redes sociales, las conversaciones reales son difíciles de superar.

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