Según un análisis global, de todos los plásticos fabricados hasta el momento, solo el 9 por ciento se recicla. De las 8,3 mil millones de toneladas métricas que se han producido, 6,3 mil millones de toneladas métricas se convierten en residuos plásticos. Esto se debe en gran parte al costo del reciclaje y las dificultades para reducir el material a bloques de construcción útiles para otros productos.
Recientemente, un grupo de investigadores de la Universidad Estatal de Washington (WSU) desarrolló una nueva técnica para reciclar plásticos, que los reduce a los componentes básicos que forman el combustible para aviones y otros productos.
Los científicos han estado explorando el uso de reacciones químicas para convertir los plásticos en los componentes básicos del combustible para aviones y otros productos durante algún tiempo. El proceso implica tomar el material y combinarlo con catalizadores a altas temperaturas. Esto luego se reduce a compuestos orgánicos, llamados hidrocarburos, que actúan como bloques de construcción para diferentes tipos de combustible.
El estudio de WSU es novedoso porque ha introducido la posibilidad de requerir una temperatura relativamente moderada, y un período de tiempo corto para llevar a cabo el proceso. Los investigadores experimentaron con los catalizadores y las condiciones necesarias para transformar el polietileno, que es el plástico más producido en el mundo, en hidrocarburos.
El catalizador que utilizaron estaba hecho de carbono, el rutenio metálico de color blanco plateado y algunos disolventes de uso común. Con este método, los científicos pudieron convertir alrededor del 90 por ciento del plástico en los componentes del combustible para aviones.
El proceso tuvo lugar en una hora, y aproximadamente a 220 °C. Esto es más amigable y económicamente viable que las temperaturas requeridas para procesos similares, que rondan los 500 °C.
Mediante experimentación adicional (alterando la temperatura, la cantidad de catalizador utilizado o el período de tiempo), el equipo descubrió que el proceso podría modificarse para producir componentes básicos para otros productos de alto valor, como los lubricantes. Al ampliar este proceso, los investigadores de WSU podrían ayudar a abordar otras formas de desechos plásticos.