jueves 25 de abril de 2024
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El movimiento solidario internacional que comenzó con un corte de pelo gratuito

Un día de 2015, el peluquero Joshua Coombes sacó sus tijeras y su máquina de la peluquería londinense donde trabajaba. Se detuvo a hablar con un hombre que vivía en la calle y acabó cortándole el pelo gratis mientras charlaban.

Desde entonces, Coombes cuenta las historias de los sin techo, ofreciéndoles cortes de pelo. Sus publicaciones en las redes sociales sobre las personas que conoció empezaron a llegar a un gran público, y nació el movimiento que acabaría convirtiéndose en #DoSomethingForNothing: hacer algo a cambio de nada.

En un post, la imagen de un rostro con barba -con profundas arrugas por el tiempo y las preocupaciones- aparece junto al mismo rostro sin barba, con un aspecto cuidado y fresco. Durante su carrera como boxeador profesional, el hombre de la imagen -Joe (abajo)- viajó por todo el mundo, desde Irlanda del Norte hasta Australia. Se quedó en Australia hasta que se le acabó el visado y lo enviaron de vuelta al Reino Unido, donde tenía pocos contactos.

Instagram

«Te lleva un tiempo ponerte en pie en un lugar como Londres», explicó Joe a Coombes, y aceptó encantado la oferta de un corte de pelo gratuito. La de Joe es una de las muchas historias compartidas en el libro de Coombes, recientemente publicado, ‘Do Something for Nothing.’ Las historias abarcan la pérdida, la adicción y el abandono, pero también la esperanza, la resistencia y la tenacidad.

Coombes, que solía ganarse la vida como guitarrista punk, recibió la propuesta de escribir el libro, sin haberse planteado nunca tal cosa.

«Empecé escribiendo los textos de mis fotos en Instagram. Publicaba fotos del antes y el después de las personas que conocía, y las palabras se volvieron importantes», explica.

Ahora cree firmemente en la narración de historias como medio para crear un cambio. Sus fotos y textos ayudan a generar conciencia sobre la crisis habitacional que existe en Londres, ya sea desentrañando las razones por las que las personas han acabado en esa situación, o simplemente contando pequeños detalles sobre ellos y sus personajes.

«No creo en las peleas a gritos ni en la gente detrás de sus teclados, discutiendo anónimamente», dice Coombes, «pero tanto si eres fotógrafo, videógrafo o escritor, escuchar y luego contar la historia de alguien puede cambiar las percepciones».

Su trabajo llamó la atención del actor y director de Hollywood Morgan Freeman. La serie documental de seis partes de National Geographic ‘The Story of Us’, presentada por Freeman, contó con la participación de Coombes. En un episodio titulado ‘Love’, rodado en el sur de Londres, Freeman desgrana cómo el amor atraviesa lo que hace Coombes. «Los pequeños actos de amor pueden tener un gran impacto», señala Freeman en la película.

Coombes ha viajado por todo el mundo difundiendo ese mensaje e inspirando a la gente a utilizar sus dones para ayudar a los demás. Tras conocer a Coombes en Londres, la veterinaria Jade Statt fundó Street Vet. Esta organización benéfica ofrece atención veterinaria gratuita a las mascotas de las personas que viven en la calle.

Kevin Maclellan también se inspiró en Coombes para ofrecer algo a cambio de nada. El antiguo fisioterapeuta del Glasgow Rangers FC ofrece ahora consultas gratuitas sobre dolor de espalda a los trabajadores del Sistema de Salud Británico (NHS), en reconocimiento a su incansable labor durante la pandemia.

Coombes se muestra cauteloso a la hora de ser visto como una figura santa. «La gente se centra en mi generosidad, poniéndome en la posición de héroe», dice, «pero lo único que sé es que estoy viviendo una vida que me parece correcta».

En cualquier caso, el proyecto le ha ayudado a cambiar paraa mejor, ya que de sus encuentros para cortar el pelo han surgido amistades duraderas. Una de ellas es una mujer llamada Lavane, que Coombes conoció en Londres hace dos años. Con la ayuda de la comunidad #DoSomethingForNothing, ahora está alojada y trabaja en una cafetería, y su salud mental se ha visto muy beneficiada.

«Me siento una mujer completamente diferente», dice. «No digo que ya no tenga momentos oscuros, pero no son tan malos ni tan frecuentes».

Vía

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