jueves 25 de abril de 2024
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Rating y política: Tinelli Presidente

Parece un título delirante pero su formulación tiene un origen real: alguna vez Francisco De Narváez le propuso a Marcelo Tinelli que se postulara a la Presidencia de la Nación. Hasta le ofreció una importante cantidad de dinero para financiar una eventual campaña electoral. Aseguran que el conductor se tomó unos días para analizar la propuesta y luego la rechazó de plano. El título, aún en clave de hipótesis fantástica, permite graficar cómo el regreso de Tinelli a la televisión, después de un año y medio de ausencia, no sólo sacudió al mundillo del espectáculo sino también a los distintos campamentos de la política. Allí no son pocos los que se preguntan qué efecto puede tener en las chances electorales de los distintos candidatos la impronta en contra o a favor del popular conductor.

El primer efecto positivo lo recibe Canal 13 y el Grupo Clarín, el conglomerado mediático que mantiene desde 2008 un fuerte enfrentamiento con el gobierno, ya que recuperan a su as de espada en la batalla contra Telefe, el canal con quién disputan el liderazgo de la audiencia. En su primer envío ShowMatch tuvo picos de 32 puntos enfrentando a la popular telenovela Avenida Brasil. Distintos dirigentes de la oposición coinciden en que Tinelli apuntará sus principales dardos sobre el gobierno nacional después de que fracasaran las negociaciones para que se hiciera cargo del programa Fútbol para Todos (FPT). Otros se esperanzan con algún apoyo explícito, como el que recibió De Narvéz en las elecciones legislativas del 2007 gracias a las simpáticas imitaciones que se hacían en el programa.

En el primer envío Marcelo Tinelli descartó que fuese a participar de la discusión política con sus propuestas televisivas: “Quiero la unión de los argentinos, quiero achicar la grieta, no quiero que el ´Gran Bailando´ con políticos sea un problema”, señaló. Pero después no dejó de destilar ironías. Hubo varios “palitos” para el gobierno nacional: “Me dijeron ´vení que te necesito´. Y yo fui a una casa que era medio rosada” y “Traé un logo, que tenés absoluta libertad, me dijeron pero se ve que para hacer logos todavía me falta”. Tinelli estuvo negociando con el Jefe de Gabinete, Jorge Capitanich, hacerse cargo del Fútbol, un acuerdo que fue torpedeado por un sector del gobierno que el propio Tinelli identificó con La Cámpora a la que le dedicó algunos tuits muy críticos.

Desde 2003 el conductor televisivo mantuvo siempre una buena relación con Néstor Kirchner, quien colaboró con la construcción de distintos emprendimientos en Bolívar. Y más allá del malestar que provocaban en lo más alto del poder algunas imitaciones, cuando algún funcionario quiere explicar la buena sintonía con el animador, recuerdan que éste nunca criticó públicamente la Ley de Medios.

En el programa del lunes pasado hubo alusiones, más amables, para Daniel Scioli y Sergio Massa. Con humor no exento de ironía mantuvo un par de cruces con Adrián Suar, principal responsable artístico de Canal 13, al que le preguntó si el medio realmente lo quería y le recriminó por haber retirado un gran cartel con su imagen de la sede de Constitución.
No hay que relativizar la influencia que los medios y programas tienen en la opinión pública pero la historia demuestra con ejemplos elocuentes que un dirigente puede convertirse en presidente con todos los medios en contra y puede perder el poder con todos a favor. Pensar lo contrario es subestimar a la población.

Primeros movimientos

Con menos cámaras de televisión y sin buenas coreografías, el Frente Amplio Unen (FAU) también hizo su irrupción la semana pasada. El acuerdo que sellaron radicales, socialistas, Coalición Cívica, Proyecto Sur entre otras fuerzas del llamado espacio de centroizquierda, le otorga al candidato que surja de unas primarias del sector interesantes posibilidades de disputar la presidencia en un balotaje. Con esa idea, Hermes Binner, Julio Cobos, Ernesto Sánz, Elisa Carrió y Pino Solanas, dejaron de lado las diferencias políticas y personales que los separan y se preparan para dar pelea.

Los candidatos del FAU siguen con problemas para hacer pie en Buenos Aires, el principal distrito electoral del país (casi el 40 por ciento de los votos surgen de allí). Binner y Cobos están en una suerte de empate técnico y sorprende el buen porcentaje que exhibe una eventual candidatura de Carrió. Algunas encuestas les asignan entre 20 y 25 puntos. Un número que podría crecer y subir a un dirigente del sector a la pelea presidencial.

De Macri a Binner, todos en el arco “no peronista” ven cómo se incrementan sus posibilidades ante un peronismo dividido. Tanto Scioli como Massa obtienen números que rondan los 25 o 27 puntos según la encuesta que se consulte. Con esa idea, Cobos y Carrió, lanzaron abiertamente la posibilidad de un acuerdo con Mauricio Macri, el otro presidenciable no peronista, de cara a una eventual segunda vuelta. Esto generó discusiones internas en el FAU y un aluvión de chicanas desde el gobierno nacional.

“Nos cuestionan la diversidad ideológica a nosotros pero al kirchnerismo que suma desde La Cámpora a Scioli pasando por Delia y los intendentes del conurbano, nadie le dice nada”, se quejó un asesor del ex gobernador de Santa Fe. Lo mismo podría decirse del conglomerado que apoya a Massa, agregó: “Allí hay menemistas, liberales, progresistas, lo más conservador del peronismo y ex funcionarios kirchneristas”. Queda claro que, en Argentina, nadie pasaría fácilmente un examen de pureza. Ni siquiera el popular y querido Marcelo Tinelli.