El argentino residente en España Mario Muchnik es creador de varias editoriales, muchas de ellas vendidas a los grandes grupos del sector. También es un maestro de editores, con sus didácticos y divertidos libros como «Lo peor no son los autores», una suerte de autobiografía. Y, sobre todo, un descubridor de talentos literarios, editando a autores como Primo Levi, Susan Sontag, Elias Canetti o Julio Cortázar.
Ahora, a sus 83 años, este tótem del mundo editorial necesita que le den trabajo. Un pago inesperado que obligó a poner en pausa su editorial desde 2008 y un problema de salud jaquearon su economía. Tuvo que dejar su casa, casa donde comieron los escritores latinoamericanos que hicieron el boom. Y también quiere legar su inmensa biblioteca a quien sepa aprovecharla.
Muchnik acaba de ser homenajeado por la Casa de América por sus cuatro décadas de trayectoria. Trayectoria que le ha permitido, a modo de síntesis, elaborar sus «10 mandamientos del editor al escritor»:
1. Si tu manuscrito no se entiende, por favor, permítenos que cambiemos al menos una coma.
2. No mandes el texto sin corregir para que seamos nosotros quienes lo hagamos… No queda demasiado profesional por tu parte.
3. Contamos con unos grandes diseñadores (si no, los mejores…), así que si podemos ofrecerte una gran portada, intenta no cerrarte únicamente a tu idea, eso sí, no dejes de decirnos lo que piensas.
4. Si no entiendes nuestro idioma, ¡por favor, no te entrometas en la traducción!
5. No nos envíes el manuscrito y te desentiendas, pueden surgir dudas en su lectura…
6. ¡Pero tampoco te obsesiones y nos llames varias veces al día para ver cómo lo llevamos! Si surge cualquier problema o te necesitamos, no tardaremos en ponernos en contacto contigo.
7. No mandes la última versión una y otra vez al agregar nuevos cambios. Asegúrate de que está todo correcto y envíanosla.
8. Si escribes varios libros al año, no nos los envíes todos juntos para publicarlos cuanto antes. Intentamos poder con todo el trabajo, pero ya sabes, mejor publicar uno bien que cinco mal.
9. Si tienes amigos que han escrito algo, estaremos encantados de recibir sus manuscritos, ¡pero no abuses y decide bien a quién eliges! (aunque ello te cueste la amistad de algunos de ellos).
10. ¡No somos ricos! Aunque estés convencido de que nos haremos millonarios con tu best seller, recuerda que con el porcentaje del dinero obtenido de las ventas que nos pertenece, tenemos que soportar los costes de impresión, gastos generales, impuestos y el margen con el que poder vivir, por supuesto (que ya sabemos lo cara que está la vida actualmente…).
Ahora, luego de una luminosa carrera, necesita volver a trabajar. ¿Recogerá alguien el guante?