El Gobierno prorrogó una vez más la reducción del impuesto al tabaco pese a que cada año se gastan decenas de millones en el tratamiento de enfermedades relacionadas con su consumo.
Si bien la Ley Nº 24.625 de Impuesto Adicional de Emergencia establece que el impuesto sobre el precio final de venta de cada paquete de cigarrillos debería ser del 21%, desde el año 2000 que por decreto se reduce esa carga a un 7% bajo el justificativo de “lograr un equilibrio razonable entre las distintas partes que operan en el campo productivo del sector tabacalero”. Pero, ¿cómo impacta esta decisión económica en la salud de las personas?
Lo cierto es que el precio de los cigarrillos en la Argentina es de los más bajos del mundo. La World Lung Foundation, ONG que se encarga de combatir enfermedades pulmonares, muestra en un mapa de los precios de los cigarrillos alrededor del mundo, que Argentina (u$s 1,43) es, detrás de Paraguay (u$s 1,34), el que más barato vende la caja de 20 de Marlboro (marca que toma como referencia).
El Instituto de Efectividad Clínica y Sanitaria (IECS) publicó en mayo de 2013 un impactante estudio en el que muestran que en la Argentina –donde mueren más de 40 mil personas al año por enfermedades vinculadas al tabaquismo- el sistema de salud tiene $20.863.751.316 de gasto directo anual en el tratamiento de enfermedades como neumonía, afecciones cardíacas, cáncer de pulmón y otras relacionadas con el consumo de cigarrillo.
Aún cuando la producción y el consumo de cigarrillos disminuyó en 2013 respecto a 2012 en un 5,7 y 3,1% respectivamente, el costo que le genera al sistema de salud el consumo de tabaco representa, según el estudio, aproximadamente el 1% de todo el producto bruto interno (PBI) y el 12% del monto que Argentina gasta en salud cada año. Además, aclaran que solo consideraron gastos directos sobre el sistema de salud y no incluyeron otros costos atribuibles al tabaquismo como “los costos por ausentismo laboral y productividad perdida, gastos indirectos de bolsillo de pacientes y familiares, u otras consecuencias de la enfermedad sobre la economía del hogar las cuales pueden ser muy significativas”. “Se trata por lo tanto de una estimación conservadora lo que implica que el verdadero impacto del tabaquismo en términos económicos, si tuviésemos en cuenta todos los factores, podría ser todavía mucho mayor”, indican.
De acuerdo a los informes de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), “la recaudación impositiva por la venta de cigarrillos y otros productos del tabaco en concepto de impuestos internos y adicionales, más el impuesto al valor agregado sobre las ventas de cigarrillos, es de alrededor de AR$ 10 mil millones cada año”. Ese valor no llega a cubrir “ni la mitad de los gastos directos provocados por el cigarrillo en el sistema de salud”.
Los miembros de la IECS concluyen: “Es claro que existe en la Argentina todavía un amplio margen para aumentar los impuestos al cigarrillo, una de las medidas más efectivas en la lucha contra el tabaquismo”.