lunes 29 de abril de 2024
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Argentina, Cuba y España, los tres países iberoamericanos que lograron desarrollar vacunas propias contra el covid-19

Con la incorporación de Argentina y España en 2023, solo 13 países del mundo lograron generar sus propias vacunas desde las fases de diseño, clínicas y aprobatorias para finalmente culminar en la producción industrial. 

La fuente COVID-19 Vaccine Tracker fue actualizada en diciembre de 2022. El mapa de entonces registraba 50 vacunas aprobadas en distintos países del mundo; el informe publicado por Noticias UNSAM agregó España y Argentina.

Al cumplir con todos los requisitos de calidad para lograr la correspondiente aprobación del organismo regulador argentino, la vacuna ARVAC Cecilia Grierson implica la introducción del país sudamericano en el exclusivo grupo que completó el ciclo productivo del fármaco.

La información surge de un relevamiento difundido desde la Escuela de Bio y Nanotecnología (EBYN) de la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM).

Los trece del mapa

Además de Argentina (única en Sudamérica), el selecto grupo de países con vacunas propias contra el Covid-19 está integrado por China, India, Indonesia, España, Reino Unido, Corea del Sur, Kazajistán, Irán, Turquía, Rusia, Estados Unidos y Cuba.
Desde que estalló la pandemia en marzo de 2020 hubo múltiples proyectos para el desarrollo de vacunas, pero unos pocos prosperaron.

Los 13 países usaron alguna de las cinco plataformas existentes para el desarrollo de vacunas: proteína recombinante, virus inactivado, vector viral no replicante, ARN mensajero y ADN. En el caso de la vacuna argentina, se usa proteína recombinante.

“Solo en Argentina hubo al menos otros cinco proyectos. ARVAC fue exitosa por la articulación público-privada de más de 500 científicos/as y profesionales de más de 20 instituciones liderada por la Universidad Nacional de San Martín, el CONICET, el Laboratorio Pablo Cassará y la Agencia Nacional de Promoción Científica y Tecnológica (Agencia I+D+i).

La participación de 2.094 personas voluntarias en los ensayos clínicos representaron un factor clave, según comenta Alejandro Zamponi, coordinador de comunicación de EBYN. En su condición de autor del relevamiento, destaca que la vacuna RVAC requirió 16 millones de dólares de inversión directa, más del 50% lo aportó el Estado nacional y la diferencia el Laboratorio Cassará.

Creación y producción nacional

ARVAC: Reclutamiento de voluntarios/as para los últimos ensayos de la vacuna argentina contra el COVID-19 » Noticias UNSAMARVAC es la primera vacuna completamente desarrollada en la Argentina.

Zamponi aclara la diferencia entre ARVAC y su antecedente inmediato, la CANDID #1 contra la fiebre hemorrágica. Esta vacuna fue desarrollada por científicos/as locales con estudios clínicos y producción delegada en The Salk Institute, Pensilvania, EE.UU. Luego de la transferencia tecnológica a la Argentina y cumplidos los pertinentes ensayos de calidad, comenzó a producirse en la Argentina.

Cuando se anunció la aprobación de la vacuna ARVAC, el ministro de Ciencia, Tecnología e Innovación, Daniel Filmus, resaltó no sólo la importancia del hecho sino también sus implicancias a futuro a nivel nacional y regional: “La tecnología que se desarrolló para esta vacuna permitirá a la Argentina el desarrollo de múltiples vacunas para combatir otras enfermedades… nuestro país invierte en la importación de vacunas cerca de 500 millones de dólares. No solo sustituirá importaciones, sino que permitirá la exportación”.

La pandemia Covid-19 terminó, pero la vacunación para los grupos de riesgo continúa. En el presupuesto 2024, el programa de vacunación del Ministerio de Salud de la Argentina prevé una inversión de casi 400 millones de dólares para sumar 13 millones de nuevas dosis de diferentes vacunas.

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