¿Cuál es la canción que escuchas para alegrar tu día? ¿Y cuando estas enojado? ¿O para cantar en la ducha? Todos tenemos esas canciones que parecen encajar perfectamente en estos momentos. Pero, ¿qué pasa con la canción que te hace sentir que puedes conquistar el mundo (o al menos esa hoja de cálculo que debe entregarse hoy)?
La música puede hacer cosas increíbles, incluido el aumento de nuestra productividad. Y hay mucha ciencia que lo demuestra.
A lo largo de la historia, muchos han creído en el poder de la música a la hora de mejorar el trabajo. Por ejemplo, en 1909, el propietario de un gran almacén, John Wanamaker, hizo colocar un órgano en la tienda para dar un impulso matutino a sus empleados. Y a principios de la década de 1940, se estrenó el programa de radio «Música mientras trabajas», que se emitía dos veces al día para acompañar a los trabajadores de las fábricas. ¿La meta? Hacer que estos obreros fueran más productivos.
En 1993, se completó un único estudio que permitió a los que tomaban una sección específica de una prueba de CI escuchar a Mozart antes del examen. Se sugirió que escuchar el genio clásico mejoraba el rendimiento en las pruebas.
Estudios más recientes han demostrado que estos individuos y científicos habían dado en el clavo. En 2005, un estudio encontró que escuchar música tenía un efecto positivo en el trabajo de los desarrolladores de sistemas. De hecho, el estudio mostró que su calidad de trabajo bajaba sin música, y el tiempo para cada tarea se hacía más largo cuando «se eliminaba la música».
Ahora es ampliamente aceptado que escuchar tus canciones favoritas puede mejorar cómo te sientes, aumentando así la productividad. ¿Cómo? Los estudios demuestran que simplemente somos más productivos cuando estamos felices.
Una música para cada tipo de trabajo
Piensa en todas las tareas que necesitas hacer cada día, desde la mañana hasta la noche. Desde realizar tu rutina matutina, hasta preparar la cena para tu familia, hay muchas cosas que exigen tu atención. Y la música puede ayudarte a completar cada paso con más concentración.
- Al despertar
Una de las tareas más difíciles de nuestro día a menudo es simplemente despertar. Pulsar el botón de snooze no debería ser un hábito, especialmente cuando tienes muchas cosas que hacer.
Según Spotify y el científico David M. Greenburg, la canción perfecta para despertar debe comenzar a sonar gradualmente, ser positiva y tener un ritmo fuerte. De hecho, los bits por minuto (BPM) deben estar entre 100 y 130 para obtener los mejores resultados.
Algunos ejemplos de grandes canciones que se ajustan a los requisitos incluyen:
- “On Top of the World” de Imagine Dragons
- “Viva La Vida” de Coldplay
- “Walking On Sunshine” de Katrina & The Waves
Estas también son excelentes canciones para escuchar mientras te preparas para el día, y son un gran impulso de confianza antes de empezar a trabajar.
- Trabajando
La música que escuchas mientras trabajas debe ubicarse en una delgada línea entre la distracción y la concentración. Para obtener los mejores resultados, querrás evitar escuchar música con palabras, ya que nuestro cerebro está acostumbrado a concentrarse en las letras. También deberías bajar el volumen y evitar la música demasiado animada. En un estudio, los científicos vieron una disminución notable en el rendimiento cuando la música era rápida y fuerte.
De los estudios anteriores, puede deducirse que la música clásica es una excelente opción mientras trabajas. Otras opciones incluyen instrumentales de tus bandas sonoras favoritas, sonidos de la naturaleza, e incluso ruido blanco.
La clave es encontrar lo que funcione mejor para ti. Las letras pueden no molestarte en absoluto, mientras que el ruido blanco puede volverte loco. Prueba algunas opciones diferentes, y ajusta sobre la marcha.
- En casa
Aquí es donde ocurre la diversión. Hacer tareas en tu hogar, como limpiar, cocinar y organizar tu día requiere escuchar música que simplemente te guste y te mantenga motivado. Una lista de reproducción de entrenamiento puede ser un buen lugar para comenzar, especialmente si te sientes un poco cansado. O simplemente puedes armar una playlist de todas tus canciones alegres favoritas.
- Antes de dormir
Al final del día, es hora de relajarse. Y distracciones como revisar tu correo electrónico o pensar que necesitas ponerte al día con tus series favoritas de Netflix pueden impedirte dormir. La música definitivamente puede ayudar. Por ejemplo, a menudo se puede tranquilizar a los bebés para que se duerman con su canción de cuna favorita. Lo creas o no, esto también es cierto para los adultos.
En un estudio reciente, los adultos que escucharon alrededor de 45 minutos de música antes de irse a dormir, informaron una mejor calidad de sueño desde la primera noche. Y en otro estudio, las mujeres con insomnio se durmieron más rápido después de escuchar su música favorita durante 10 noches consecutivas antes de acostarse.
¿Qué tipo de música es mejor para la noche? Si bien no se han completado demasiados estudios con respecto al género de la música y el sueño, algunos expertos sugieren seleccionar música que tenga alrededor de 60-80 BPM, ya que esto se alinea con la frecuencia cardíaca en reposo.
La música clásica es un gran género para dormir, pero, si no es lo tuyo, algunos ejemplos de canciones populares que podrían ser geniales para agregar a tu lista de reproducción nocturna incluyen:
- “Someone Like You” de Adele
- “I See Fire” de Ed Sheeran
- “Skinny Love” de Birdy
- “Fix You” de Coldplay
Tip: arma listas de reproducción específicas para todo momento
Un buen consejo es tener siempre una lista de reproducción de Spotify o Apple Music dedicada a cada momento que requiera tu atención. Por ejemplo, podrías tener una lista de reproducción para la hora de dormir, trabajar, pasear al perro, cocinar, estudiar o conducir.
Mientras escuchas música a lo largo del día, las canciones que creas que podrían ser una buena adición a cada playlist, se pueden agregar rápidamente. Pronto, tendrás tus listas de reproducción para cualquier momento del día.