sábado 20 de abril de 2024
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Cervecería artesanal utiliza algas para reducir las emisiones de CO2

Es difícil encontrar una empresa que no proclame su devoción por salvar el planeta. No es de extrañar, ya que la Generación Z continúa la tendencia marcada por los millennials, al elegir gastar más dinero en productos de marcas ecológicas y éticas. Pero respaldar constantemente las afirmaciones de sostenibilidad requiere un esfuerzo sostenido.

El fabricante de cerveza artesanal Young Henrys instaló recientemente nuevas cubas en su cervecería de Sydney. Pero no son del tipo de acero inoxidable que normalmente se usa para crear cerveza rubia y negra, sino contenedores transparentes llenos de un fluido verde fluorescente. ¿Absenta, quizás…? No, ¡algas!

Trabajando con científicos del Clúster de Cambio Climático de la Universidad de Tecnología de Sydney, Young Henrys está utilizando biorreactores llenos de microalgas (también conocido como fitoplancton) para reducir sus emisiones de CO2.

El CO2 se libera naturalmente durante el proceso de elaboración de la cerveza, cuando la levadura de cerveza come el azúcar y produce alcohol y dióxido de carbono. Parte de ese CO2 genera la efervescencia natural de la cerveza.

El exceso se extrae de la tina de elaboración, y se introduce en un biorreactor donde las microalgas consumen el CO2 y crean más algas y oxígeno, que luego pueden liberarse al aire, en lugar del CO2 que calienta el clima.

Young Henrys y la universidad están investigando qué más hacer con las algas, pero los posibles usos incluyen bioplásticos, fertilizantes para plantas y alimento para el ganado.

Las microalgas alojadas por Young Henrys son solo un ejemplo del productor de cerveza para ser lo más ecológico posible. Por ejemplo, su grano gastado se dona a granjas locales como alimento para el ganado, el techo de la cervecería es parte de un programa solar de inversión comunitaria, y utiliza cultivadores de vidrio recargables para las ventas locales.

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