jueves 8 de mayo de 2025
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Los teóricos del liderazgo: “sabios” del aula, ¿extraños en el campo de batalla?

Hay una peligrosa distancia entre enseñar y ejercer. Y el liderazgo no está exento de esta realidad, en la que pretendidos académicos despachan preciosas fórmulas, que, al final, resultan difíciles de aplicar en el día a día. O son compilados de teorías de otros académicos que jamás han tenido un negocio para liderar en la práctica.

Esto se da en medio de una era en la que la palabra “liderazgo” es tan usada como vaciada de contenido, porque actualmente se multiplican los expertos que disertan sobre cómo dirigir personas, construir cultura, inspirar a otros o resolver crisis… sin haber atravesado jamás esas experiencias en carne propia. Hablan con elocuencia desde cátedras, congresos, papers y libros. Se autoproclaman formadores de líderes. Pero nunca lideraron nada.

Este fenómeno —extendido y poco cuestionado— plantea una contradicción incómoda: ¿puede alguien enseñar a liderar si nunca lideró un equipo, un proyecto, una organización, ni siquiera un pequeño emprendimiento? ¿Qué legitimidad tiene quien jamás ha sentido el peso de una decisión difícil, el vértigo del fracaso o la soledad de estar al frente de algo real?

Los millones del liderazgo

La proliferación de programas académicos sobre liderazgo es asombrosa. Según la International Leadership Association, hay más de 4.000 programas universitarios especializados en liderazgo en el mundo, entre carreras, maestrías y cursos ejecutivos. Solo en Estados Unidos, se dictan más de 1.500 programas formales vinculados a liderazgo en todos los niveles educativos.

A esto se suman miles de publicaciones científicas al año. De acuerdo a Google Scholar, solo en 2023 se publicaron más de 16.700 papers académicos con “leadership” como término principal. Muchos de estos trabajos analizan modelos, estilos y teorías con rigurosidad conceptual. Aunque pocos, muy pocos, provienen de personas que hayan vivido el liderazgo desde la práctica cotidiana, en el barro real de la gestión.

El liderazgo no es teórico

“Liderar” no es un conjunto de conceptos, es una actitud sostenida en el día a día, incluso bajo la presión de acontecimientos reales, no lo que los muchos académicos relatan en sus libros como verdades absolutas. Es tomar decisiones con información incompleta. Es manejar egos, conflictos, emociones, expectativas. Es sostener una visión cuando otros dudan. Y eso no se aprende en una cátedra, ni se puede enseñar sin haberlo vivido.

Como decía Peter Drucker, el padre del management moderno: “No hay nada tan inútil como hacer con gran eficiencia algo que no debería haberse hecho en absoluto”. La verdad indica que muchos teóricos del liderazgo, desde su torre de marfil, enseñan con precisión conceptos que jamás tuvieron oportunidad (ni riesgo) de validar en la práctica, en general por estos cinco motivos de peso:

  1. Lideran ideas, no realidades: El teórico analiza; el líder actúa. Mientras uno teoriza escenarios ideales, el otro enfrenta condiciones inciertas y decisiones urgentes.
  2. Desconexión con la complejidad humana: El liderazgo real involucra emociones, contradicciones, cansancio, imprevistos. Quien no lo vivió no puede enseñarlo con autenticidad.
  3. Imparten modelos sin contexto: Muchos “marcos teóricos” (frameworks) de liderazgo se aplican sin considerar culturas, industrias, edades, ni realidades socioeconómicas.
  4. El aula como refugio del ego: Algunos académicos se han vuelto referencia -y bien por eso- no por su impacto real, sino por su habilidad para construir discurso. La reputación precede a la coherencia -no tan bien por eso-.

El dilema ético: ¿quién tiene autoridad para enseñar de liderazgo?

Para que quede claro: no se trata de excluir a la academia del debate del liderazgo. La teoría es fundamental como mapa, como brújula, como estructura de pensamiento. Sin embargo, el mapa debe bajar al territorio donde pasan las cosas; si no, se queda en meros postulados.

El dilema ético, considero que surge cuando quienes jamás estuvieron en el campo reclaman o dicen que tienen autoridad para formar líderes. No han gestionado personas, recursos, dinero, crisis ni propósito.

Aquí, una propuesta de tres claves para pasar de la teoría a la práctica del liderazgo:

  1. Asume responsabilidad en lo real, no en lo simbólico

Liderar es acción. Encabeza un equipo, un proyecto, una causa, aunque sea pequeña. Solo liderando se aprende a liderar. Crea tus casos, no los casos de multinacionales gigantes que muestras en un PowerPoint bonito.

  1. Sostén decisiones en la incertidumbre

La diferencia entre el teórico y el líder es la capacidad de decidir sin garantías. La práctica te entrena para pensar, sentir y actuar con consecuencias reales.

  1. Rodéate de referentes que tengan algunas cicatrices, no solo diplomas

La mejor universidad del liderazgo es acompañar a alguien que ya ha liderado en el mundo real. Pregunta más a quien haya estado “en la trinchera” que a quien solo ha escrito sobre ella. En definitiva, se aprende poniendo el pellejo en juego, no un discurso bonito donde sea.

Daniel Colombo
Daniel Colombohttps://www.danielcolombo.com
Master Coach Internacional especializado en CEO, alta gerencia y profesionales; conferencista internacional; motivador; autor de 21 libros y comunicador profesional. Es docente del Curso Curso Cómo Hacer Prensa en Periodismo.net.

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