martes 19 de marzo de 2024
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Marc Webb, director de El Sorprendente Hombre Araña 2: La Amenaza de Electro (The Amazing Spider-Man 2, 2014)

Los Angeles, noviembre 2013

Jamie FoxxDespués de trabajar como director de videoclips, tu primera película fue (500) Días con ella ((500) Days of Summer, 2009), una comedia romántica. ¿Cómo fue la transición al género de superhéroes y al de Spider-Man?

Bueno, apenas terminé con (500) Días con ella me acercaron la idea de una película de Spider-Man, pensé que era una locura hacerlo, aunque me encantaban los comics. Cuanto más pensaba en el personaje… era como algo masoquista de mi personalidad porque quería aceptar ese desafío, como los directores viejos, era muy curioso por el proceso. La verdad, es que admiro a Peter Parker y los desafíos técnicos grandes, aunque mi pasado con los videoclips me dio cierta confianza con la tecnología. Lo que amo de las películas, además de las secuencias románticas, son las escenas de acción pero nunca pensé en hacerlas. Para mí, la primera película fue muy difícil porque tenía que pensar en cómo orquestar todo. Con la secuela nos divertimos mucho.

¿Te interesa volver al cine independiente?

No lo sé. No sé cuánto va a durar Spider-Man. Me encantaría volver a hacer películas chiquitas, por supuesto. No hay tanta diferencia, salvo en el tiempo que tardás en hacerla. En esta quisimos tener más acción, más diversión, algo brillante. Trabajar con el departamento técnico no es tan dramático como podría parecer.

Los dobles de riesgo dijeron que durante la filmación vos cambiaste muchas cosas.

Sí, bueno, tenemos un equipo de dobles genial, liderado por James Armstrong. Para filmar en New York tenés que tener mucha habilidad para navegar en espacios muy reducidos. Así que las secuencias con las persecuciones las filmamos en distintos lugares porque no podés ir muy rápido: ese es un desafío técnico. Pero al mismo tiempo, al trabajar con esa gente no es tan complicado. Cuando ejecutás la secuencia de acción es como ver un baile donde siempre aparece algo nuevo. Siempre tienen ideas y querés estar abierto a lo nuevo. No solo en la filmación en vivo, sino también en el departamento de animación donde crean elementos con la computadora: esa gente estudió no solo a Spider-Man sino a Andrew haciendo de Spider-Man. Así que todos los movimientos del personaje deben tener sentido, pertenecer al actor que lo interpreta.

¿Tenés una idea concreta de la película antes de empezar a filmar y después cambia?

No, tenés una imagen preconcebida pero inmediatamente se cae. Tenés horas y horas de reuniones para planear las cosas y de pronto aparece algo nuevo que es mejor y tenés que desechar todo lo hecho. Cuando filmaba la secuencia con Andrew y el camión al principio de la película, no sabía cómo tenía que montar ese vehículo gigantesco. Patton Oswalt escribió los diálogos entre él y el villano que lo conduce, pero no siempre fluían las líneas mientras filmábamos. Así que mientras ensayábamos con Andrew y 40 personas al lado del camión –queremos hacer la acción en vivo porque creo que recuerda a Buster Keaton y Charlie Chaplin y está en concordancia con el espíritu de Spider-Man- pensábamos cómo podíamos ir de un lado hacia otro de manera realista, es decir, Spider-Man puede hacerlo pero nosotros ahí mismo, no. Entonces filmamos la escena con tres Spider-Man distintos que aparecían en distintas partes del camión cuando debían hacerlo. Hicimos como 40 tomas en 16 cuadras hasta que se nos ocurrió esa escena donde Spider-Man aparecía como Bugs Bunny por todos lados. Tuvimos que desechar todos ensayos previos por algo que consideramos más divertido.

Me encanta (500) Días con ella. Ahora los estudios, en general, están poniendo sus franquicias en las manos de cineastas no acostumbrados los blockbusters, como a Christopher Nolan que le dieron Batman.

Es muy halagador que me pongas en un grupo así, aunque creo que los estudios nunca reciben todo el reconocimiento que merecen. Si no se aprecia al personaje la película no puede ser exitosa. Es trabajo de campo hacer que la gente se pueda identificar con un personaje y los estudios los protegen mucho. A mí y a mi equipo nos toca la parte técnica.

Los guionistas son Alex Kurztman y Roberto Orci, de Fringe y Star Trek, son muy criticados porque priorizan los complots en lugar del personaje…

Interesante.

¿Cuál es tu relación con ellos?

Bueno, yo no estoy de acuerdo con esa aseveración porque ellos se preocupan muchísimo por los personajes. Son muy talentosos y creo que el guión que tenemos ahora es buenísimo. Ellos entienden el género y leyeron todos los cómics que existen de Spider-Man, son fanáticos.

¿Cómo fue tu elección para los villanos?

Bueno, Spider-Man se divierte en esta película siendo un héroe y debía tener un desafío a su altura. Siempre pienso qué puede ser cinemático y ahora tenemos la tecnología para renderizar a Electro. Creo que el viejo traje verde y amarillo de Electro es anticuado, me gusta el traje negro con la piel azul. Si lo ponés en Times Square es algo muy divertido de ver. Es un espectáculo que creo importante. Pero lo importante de Marvel y de Stan Lee es que protegen mucho a los villanos. Al principio, Spider-Man salva a Max Dillon y le presta atención, a un tipo que nadie reconoce ni ama. Entendés su naturaleza compleja y por qué es una bomba de tiempo. Mientras ese personaje evoluciona, ese enojo también. A menudo los villanos y los héroes tienen historias similares: son seres marginales que reaccionan de manera distinta. Algunos sentimientos, como la vergüenza, son precursores universales para las transformaciones: que pueden resultar en actos destructivos o heroicos y eso es lo más interesante del villano.

¿Qué te parece que trajo Jamie al personaje?

Bueno, él ideó que ese día debía ser su cumpleaños y que ni siquiera su mamá lo sabía. Él es un actor muy versátil que ganó el Oscar por Ray (2004) y tiene capacidades dramáticas impresionantes, pero también es divertido como en In Living Color, así que se manejó bien entre el humor y el drama. En ILC creó personajes que parecen Max Dillon.

Tarde o temprano Gwen Stacey morirá ¿Cómo manejás eso?

Eso dice la gente. ¿Será cierto? ¿Tiene que morir? Quizás solo pase en los comics… Pero la que vemos en los comics cambió la manera de narrar las historietas porque fue una movida muy arriesgada. Para mí lo importante es que sea una mujer inteligente y joven cuyo camino está afectado por Spider-Man. Está destinada a no poder estar con Peter Parker y eso es trágico porque es lo que todos conocemos: amar a alguien y saber que no podremos estar juntos.

¿Viste alguna otra película de superhéroes? ¿Qué te parecen las películas de Christopher Nolan y Joss Whedon?

Bueno, esos tipos están en un panteón que yo admiro mucho. Christopher Nolan hizo que el género fuera algo para tomar en serio. Lo admiro tanto… soy humilde con mi trabajo comparado con el suyo. Joss Whedon revive los comics. Son películas totalmente distintas. La idea es que los comics pueden ser algo alegre, divertido, disfrutable y con mucha emoción, pero también algo oscuro, serio y provocador. Es un testamento sobre la importancia cultural de los comics.

¿Creés que los chicos son los que más disfrutarán las películas de Spider-Man?

Seguro. Spider-Man es amado mAndrew Garfieldás que nada por los más chiquitos. Ya se trate del niño interior o del niño literal. Hay un par de momentos en donde de manera muy consciente quisimos incorporar a los niños a la historia. Existe cierta conexión entre Spider-Man y los niños, que fue algo que resaltó Andrew cuando dijo: “¿Para quién hacemos esta película?” Él se dio cuenta en qué punto de su vida Spider-Man significó algo muy importante. Nosotros creemos que las películas deben ser responsables con el público al que se dirigen y cuál será su impacto en él. Nosotros sabemos que van a verla los chicos.

¿Cuál fue la reacción de un fanático que más te gustó?

Creo que estábamos en Japón una vez y había una persona realmente emocionada por la secuencia de las grúas, algo que no a todo el mundo le gustó, y me encanta que alguien se sienta conmovido por el sentido de comunidad que realmente es algo extraño, porque la ciudad generalmente es ambivalente con Spider-Man pero esa vez tiene que salvarlo a él. Spider-Man no se trata solo de telarañas y acrobacias sino también de encontrar lo mejor en la gente. Que la gente entienda esa secuencia me gusta. Además la historia de Peter Parker es la de un huérfano y nosotros la cambiamos un poco y creo que la gente la aceptó, eso fue lindo.

¿Qué aprendiste con estas películas?

Creo que con estas producciones enormes y un personaje que tiene más de 50 años, no se trata de mí. No se trata de hacer una película de autor. Esta película es de todo. Fue un esfuerzo muy consciente rendirme al personaje. (500) Días con ella sí fue una película personal. Pero acá se trata de orquestar todo en pos de una idea, yo soy un sirviente para los actores, los diseñadores de producción, guionistas, etc. Con (500) Días con ella era muy diferente, acá la película es mi jefa.

¿Cómo evolucionó Andrew Garfield?

Creo que ahora aprende a aceptar el humor de Peter Parker y se nota la pureza del amor al personaje. Cuando lo conocí por primera vez era un actor muy serio, hasta que apareció Emma Stone y de repente él se despertó y era muy gracioso. Quedé sorprendido. Además tiene mucha intensidad física y consigue cosas increíbles.

Siempre te vimos calmado y buena onda. ¿Cómo te comportás en el set?

Lloro mucho. Es broma.

¿Mostrás ansiedad o nervios?

A veces me enojo. Pero no a menudo. El proceso es tan largo que tenés que encontrar un ritmo hipnótico que te mantenga en la película. Si explotás, es un desperdicio de energía. Si me enojo, pienso que es mi culpa por no idear algo distinto a lo que está fallando.

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