El olor sin duda, contribuye al atractivo de una persona, pero ¿podría ser el único factor decisivo en la elección de un compañero? Pues bien, los creadores de este servicio de citas de Nueva York decidieron averiguarlo. En ‘Smell Dating’, “el primer servicio de citas con olor» del mundo, las personas solteras se emparejan en función de su reacción al olor corporal del otro.
Creado por Tega Brain, artista y profesor de la New York’s School for Poetic Computation, y Sam Lavigne, editor e investigador en la Universidad de Nueva York, Smell Dating se describe más como un proyecto de arte que como un negocio.
Se basa en el proyecto científico detrás de las feromonas, que son señales químicas que las diferentes especies envían para atraer a sus parejas. «A diferencia de la vista y el oído, el olfato es interpretado por primera vez en términos de memoria y emoción, antes de ser asignado a la lengua,» dice la página web del proyecto. «Cuando se trata de la asociación romántica a largo plazo, en realidad puede resultar más arriesgado ignorar la poderosa señal del aroma, que confiar en él.»
El dúo comenzó cobrandole una tarifa única de 25 dólares a 100 clientes. Después le enviaron a cada uno de ellos una camiseta para usar durante tres días sin bañarse o usar desodorante. Las malolientes prendas fueron luego enviados de vuelta a la ‘tienda de olores’ de la compañía en NYU.
Una vez que las remeras utilizadas retornaron, Brain y Lavigne procedieron a cortar cada una en trozos pequeños, creando paquetes de 10 muestras mixtas. Estos fueron enviados de vuelta a los clientes, y esta vez, se les pidió que olieran el contenido e identificaran el olor hacia el que se inclinaban naturalmente. «Si alguien cuyo olor te gusta, le gusta tu olor también, vamos a facilitar un intercambio de información de contactos», explica la página web. «El resto depende de vos.»
Mientras que la web dice que la primera ronda de Smell Dating está cerrada, no está claro si el ejercicio dio lugar a alguna coincidencia. Sin embargo, Reuters informa de que muchos de los participantes estaban muy entusiasmados con el servicio.
Al igual que el estudiante de 25 años de la NYU, Jesse Donaldson, que esperaba tener éxito donde otros populares servicios de búsqueda habían fracasado. «Soy como tantas otras personas en la ciudad de Nueva York, utilizando Tinder, u OK Cupid», dijo la agencia de noticias. «Y mi principal problema con estas cosas es que siento que como estuviera comprando a alguien, en lugar de tener una conexión auténtica con otro ser humano.»
