Un cazador que buscaba ciervos en las costas del lago Saylorville de Iowa (EE.UU.) hizo un descubrimiento sorprendente: un mensaje en una botella de 1983.
Ross Bruns dijo que si bien no vio ni un solo ciervo durante su caza a lo largo del lago, el mensaje en una botella hizo que el viaje fuera aún más emocionante.
«Le dije a mi esposa que era mi última cacería del año», dijo Bruns. «Vine aquí ese día y no vi ni un solo ciervo, pero probablemente será una de las cacerías más memorables que tenga el resto de mi vida».
Bruns dijo que estaba sorprendido por el descubrimiento.
«De hecho, tomé una foto y se la envié a mis amigos que habían estado cazando en este lugar, y no podían creer haber estado tantas veces por ese sendero y no haber visto nunca esa botella», dijo Bruns.
El mensaje dentro de la botella fue escrito en 1983 por Jim Otto, un hombre de Spirit Lake, Iowa, que murió en 2012. Janet Otto, la esposa de Jim, dijo que su esposo comenzó a arrojar mensajes en botellas al río Missouri en 1976.
«Mientras íbamos y veníamos de Nebraska, donde yo vivía, cruzábamos el río en Sioux City y él pensaba, ‘Está bien, voy a empezar a tirar botellas'», dijo Janet Otto.
La mujer contó que a lo largo de los años su esposo arrojó cientos de botellas a varios ríos, y mantuvo un registro de los números, y dónde se lanzaban. La botella que encontró Bruns fue la botella número 32.
La familia de Otto dijo que han tenido noticias de unas 65 personas que encontraron las botellas de Jim en varios lugares. Dijeron que los descubrimientos ayudan a mantener viva su memoria.
«Él estaría emocionado y feliz de que tanta gente todavía siga encontrando sus botellas», dijo Janet Otto.
