La mayoría puede pensar que están locos, pero eso no le impide al dúo dramático formado por Alex Bailey y Kroot Juurak montar espectáculos teatrales dirigidos exclusivamente a animales domésticos.
Los actores utilizan sus propias investigaciones, así como consultas con psicólogos de mascotas, para darle forma a las actuaciones artísticas para su audiencia animal. Por lo general, viajan a la casa de un animal, y tratan de conectarse con él mediante el uso de diversas técnicas, entre ellas «La voz no humana y los lenguajes corporales».
Mientras que sus actuaciones no siempre son interactivas, el dúo admite que algunos animales, especialmente los más jóvenes, se unen durante el acto. Hasta el momento han realizado más de 80 presentaciones en domicilios de animales domésticos en Zürich, Erlangen, Berlín y Viena, y en la actualidad están promocionando sus servicios únicos en Bristol, Inglaterra, con la esperanza de ganar nuevos fans.
El proyecto de arte Performances for Pets se remonta a 2014, cuando los actores decidieron que sería una buena idea explorar los gustos y el humor de los animales. Pero su acto también se entiende como una especie de retribución por el entretenimiento proporcionado por los animales domésticos, que la mayoría de lo general da por sentado. Aunque estas inusuales presentaciones se arman con los animales en mente, los dueños humanos y sus amigos están invitados a unirse y ver el espectáculo través de los ojos de la mascota.
«Gran parte de su lenguaje corporal informa nuestro rendimiento y algunas de sus respuestas implican una interacción directa, como cuando nos lamen o huelen,» dijo Kroot Juurak a la BBC. «Los gatos suelen salir de la habitación al principio, pero siempre regresan, son los más atentos de los observadores.»
Como podrán imaginar, este tipo de representaciones teatrales no siempre salen según lo planeado, pero Bailey y Juurak tratar de hacer lo mejor. Como cuando consiguieron un poco de atención extra amorosa de un caniche. Alex Bailey dijo que era «un poco incómodo», pero añadió que «cuando investigamos este comportamiento posteriormente descubrimos que no estaba conectado a algo remotamente sexual, sino el resultado de una mezcla de confusión y excitación. Realmente fue un cumplido, una forma de ovación de pie perruna».
