Cuando pensamos en Japón, probablemente se nos vengan a la cabeza lugares mundialmente famosos como Tokio, Osaka y Kioto. Pero también hay lugares menos transitados -incluso por los japoneses- que merecen la pena visitar. Uno de ellos es la ciudad de Kagoshima.
Situada en el extremo sur de la isla de Kyushu, Kagoshima es a menudo pasada por alto en favor de lugares como Fukuoka, Nagasaki y el paraíso termal de Beppu.
Debido a esta razón, la ciudad decidió grabar una serie de videos promocionales para despertar el interés de los turistas. Los videos son insólitos, alocados y con música muy pegadiza, como no podía ser de otra manera si hablamos de Japón. Se trata de avisos muy distintos a las publicidades a las que estamos acostumbrados en occidente.
El video tiene un baile y una canción llamada ‘Ishin Dancin’ Kagoshima-shi Returns’, y en él aparece el equipo masculino de gimnasia rítmica de la Escuela Secundaria Vocacional de Kagoshima luciendo sus grandes cejas y kimono a juego mientras bailan por los mejores lugares de la ciudad.
En realidad, esta es la tercera entrega de estos vídeos, por eso se llama «Ishin Dancin’ Kagoshima Returns». El primer vídeo salió en 2018, y tras hacerse famoso y conseguir 1,8 millones de visualizaciones, se recreó dos años después con la misma melodía, nuevos sitios y nueva letra.
La canción que aparece en los vídeos es ridículamente pegadiza. La letra se ajusta a las escenas representadas, mostrando las mejores atraccionesde la ciudad de Kagoshima, como el Sakurajima, uno de los volcanes más activos de Japón y orgullo de Kagoshima, las delicias locales de la ciudad, como el cerdo kurobuta, la ternera kuroushi, las batatas y el ramen de Kagoshima, e incluso nuevos lugares como el Centro Koala del zoo de Hirakawa.
Mientras tanto, los bailarines utilizan el ritmo cómico de extraños movimientos corporales, volteretas, poses y, por supuesto, caras graciosas para reforzar los puntos de la letra y destacar algunas de las mejores cosas que Kagoshima tiene que ofrecer. Y al final del vídeo, los bailarines se unen a habitantes de Kagoshima de todas las edades, que bailan al ritmo de la melodía en apoyo de su ciudad natal.
