Es una escena de peronismo explícito: Raúl Othacehé abandonó las filas del Frente para la Victoria y se sumó al Frente Renovador de Sergio Massa. Es sabido que la lealtad de los intendentes del conurbano dura lo que dura una gestión. El intendente de Merlo antes estuvo con Menem, luego con Duhalde luego con los Kirchner y ahora con Massa. Desde 1991 el intendente de Merlo dirige los destinos de su partido de manera férrea. Tienen graves acusaciones de ejercer la violencia contra opositores y sindicalistas. Othacehé controla el territorio, la policía y la justicia. En la lógica del doble estándar, tan extendida en Argentina, para un sector de la prensa y la política Othacehé era una “bestia negra”, “el lado oscuro del oficialismo” mientras jugaba para los Kirchner, pero ahora será una “pieza clave” y “un intendente confiable” que contribuye a consolidar el proyecto de Massa. Para las usinas oficialistas quien era un “peronista de pura cepa”, “un aliado fundamental” (Cristina Kirchner obtuvo casi el 70 por ciento de los votos en ese distrito) o, a lo sumo “un mal necesario”, recuperará las peores descalificaciones. Atrás quedarán las visitas de la presidenta a Merlo para inaugurar obras y el apoyo de la Nación a un intendente al que llamaba: “querido Vasco”.
Othacehé integra ahora las filas del Frente Renovador. Hasta hace diez minutos era parte del Frente para la Victoria. Los que antes se callaban ahora se escandalizarán por la presencia de grupos de choque integrados por barras de fútbol en Merlo. Algunos de los que denunciaban ahora harán silencio y saludarán el “pase”. Vale recordar que los opositores al polémico intendente no sólo denunciaron operaciones mediáticas o judiciales contra todo aquel que lo cuestionaba, también señalaron actos de violencia directa.
El diario Perfil recopiló algunos incidentes ejecutados por patotas identificadas con el intendente: “dos jóvenes del espacio sabbatellista Nuevo Encuentro terminaron con heridas en la cabeza en marzo del año pasado, golpeados mientras repartían folletos. Militantes de Grande Merlo, liderado por Gustavo Menéndez, un ex “ahijado político” de Othacehé, también fueron ferozmente agredidos durante la campaña del año pasado. Uno de ellos, Hugo Rodríguez, quedó hospitalizado, y aún sufre las secuelas de esa golpiza y no pudo recuperar su motricidad”. Las denuncias contra las patotas fueron realizadas por organismos de derechos humanos y presentadas en el Ministerio de Justicia y Seguridad. Nunca pasó nada.
“Tenemos la satisfacción de sumar un liderazgo nítido en Merlo, no sólo porque conocemos el gran trabajo de Othacehé acá, sino también por lo que simboliza su capacidad de gestión. En términos de trascendencia política, sumamos la experiencia de un intendente de los quilates de Raúl”, dijo un orgulloso Sergio Massa. El intendente de Merlo le correspondió: “Es una alegría y un compromiso enorme sumarnos al Frente Renovador. Sergio corporiza un proyecto muy fuerte con una gran proyección que va a transformar la Argentina”, afirmó Othacehé. No hay nada más lindo que la familia unida.