Con una masiva marcha encabezada por movimientos del Hezbollah, en oposición al Gobierno libanés, ayer se reclamó en Beirut la renuncia del primer ministro antisirio Fouad Siniora y el llamado a nuevas elecciones.
El Líbano actualmente está atravesando una seria crisis política, que podría desencadenar una nueva guerra civil en ese país, que durante los años 70 y 80 sufrió una severa violencia sectaria.
“Llega el cambio”, podía leerse en los carteles portados por los manifestantes, mientras que los altavoces se oían los discursos del líder del movimiento chiíta libanés Hezbolá, Hassan Nasralá, prometiendo que no abandonarían la calle mientras no se forme un gobierno de unidad nacional.
La oposición libanesa, integrada por una alianza de partidos prosirios y cristianos (apoyada por Irán y Siria), prometió que en los próximos días aumentará la presión sobre el gobierno.
En tanto, el Ejército se declaró en alerta y desplegó unos 20.000 soldados en torno a las dos plazas donde se reunió la multitud y en los alrededores del Palacio de Gobierno.
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www.clarin.com/diario/2006/12/11/elmundo/i-03001.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-77536-2006-12-11.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=866548