El Senado estadounidense aprobó ayer en una ajustada votación la reapertura del debate de la ley de reforma migratoria, que supondría la regularización de unos 12 millones de ilegales. La medida representa una bocanada de aire fresco para un delicado proceso que puede quebrarse en cualquier momento.
La ley, que fue impulsada por el presidente George Bush ya fue votada a principios de mes y obtuvo el magro respaldo de 45 senadores.
La legislación encuentra muy fuerte resistencia entre los republicanos más conservadores, que creen que se trata de una amnistía encubierta, y entre los demócratas más cercanos a la izquierda, quienes temen que perjudique la calidad de los actuales puestos de trabajo de los inmigrantes.
Los grupos pro-inmigrantes señalan que el camino a la legalización es casi imposible de seguir, ya que los solicitantes tienen que regresar primero a sus países, además de pagar fuertes multas y llenar otro tipo de requisitos.
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www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-87213-2007-06-27.html
www.lacapital.com.ar/2007/06/27/mundo/noticia_399465.shtml
news.bbc.co.uk/low/spanish/international/newsid_6243000/6243282.stm
