Mientras en Gran Bretaña sigue la tensión en relación al atentado en Glasgow y los intentos de ataques fallidos de la semana pasada, el nuevo primer ministro, Gordon Brown, propone delegar poderes en el Parlamento.
Con el objetivo de hacer más democrático y responsable al poder Ejecutivo, Brown propuso que el premier «limite» sus poderes en 12 áreas tradicionalmente a cargo del jefe de gobierno.
En caso de aprobarse, serán los parlamentarios quienes tengan la última palabra sobre la firma de tratados internacionales, el poder para declarar la guerra, nombrar jueces y obispos anglicanos, entre otras cuestiones.
Con estas medidas, el nuevo premier busca distanciarse de su predecesor, Tony Blair, para tratar de recuperar la confianza de los ciudadanos en el Gobierno laborista y en la política, mermada tras el apoyo incondicional de aquél a la invasión de Irak.
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www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/exterior/nota.asp?nota_id=922740
www.elmundo.es/elmundo/2007/07/03/internacional/1183475166.html
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-87585-2007-07-04.html
