El presidente estadounidense, George Bush, rechazó la idea de retirar las tropas de Irak y pidió al Congreso que le conceda un plazo de dos meses para revisar la actual estrategia.
Bush aseguró que después de ese plazo estará dispuesto a «discutir diferentes opciones» para elaborar una política común en la región.
Pese a que cada día cuenta con menos legisladores republicanos dispuestos a apoyar a su gobierno, y frente a la creciente opinion pública en su contra, el mandatario de EEUU insistió en su idea de continuar con el despliegue militar en Irak.
Sin embargo, los legisladores opositores quieren forzar la retirada militar antes de que se elija al nuevo presidente de Estados Unidos, en noviembre de 2008. Por lo tanto, se espera una dura pelea por este tema hasta entonces.
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