A 72 horas del accidente que en el aeropuerto de Congonhas, San Pablo, se cobró 200 víctimas, el presidente de Brasil, Luis Inacio Lula da Silva, apareció públicamente en cadena de radio y televisión. Anunció importantes cambios para hacer frente al caos aéreo.
Por primera vez desde el accidente el presidente salió a dar algunas explicaciones. «Nuestro sistema aéreo… pasa por dificultades», admitió en relación a una serie de incidentes que comenzaron en diciembre con el choque en el aire de un avión de Gol. La tragedia del miércoles pasado, el peor accidente aéreo en América latina, apuró las reformas.
Visiblemente compungido, Lula anunció la construcción de un nuevo aeropuerto en el Gran San Pablo y la reducción de vuelos para el aeropuerto de Congonhas. «El problema principal» es la saturación de vuelos, dijo. La idea central del paquete de medidas es redistribuir el tráfico aéreo.
Esto, relacionado con un anuncio que anteriormente hiciera su ministra Dilma Rousseff, fue interpretado como una firme intención del gobierno por privatizar (bajo la forma de una sociedad mixta) la empresa estatal Infraero, que opera todas las instalaciones aeroportuarias del país.
Y, contrariamente a las previsiones de los medios brasileños, en su mensaje Lula ratificó en el cargo, por el momento, al ministro de Defensa Waldir Pires.
Más información
www.clarin.com/diario/2007/07/21/elmundo/i-03815.htm
www.lanacion.com.ar/927737
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-88437-2007-07-21.html
