El oficialismo turco, representado por los islamistas moderados del Partido de la Justicia y del Desarrollo (AKP), logró una contundente victoria en las elecciones legislativas celebradas ayer en el país.
Bajo el ala del primer ministro, Recep Tayyip Erdogan, el oficialismo obtuvo un 46,4% de los votos, un 13% más que en los últimos comicios de 2002.
Con este resultado se disipan en gran medida los temores de una mayor islamización, propugnados por la oposición laica y las fuerzas ultranacionalistas.
A pesar de la victoria, Erdogan no tendrá los dos tercios de mayoría parlamentaria necesarios para designar su propio candidato a la Presidencia, por lo que al AKP le esperan tiempos turbulentos en el nuevo Parlamento.
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www.clarin.com/diario/2007/07/23/elmundo/i-02301.htm
