Luego de la muerte de Gonzalo Acro, el barrabrava de River que falleció ayer después de una agonía de más de 24 horas, aún no hay pistas de quiénes son sus asesinos. Desde el Gobierno dicen que se trató sólo de “un caso policial” y desligaron de responsabilidad al club.
Aunque aún no hay pistas que lleven directamente a los asesinos de Arco, para los investigadores policiales, “la hipótesis más firme indica que el ataque fue perpetrado por otros barrabravas”, tal como señalan en el diario La Nación.
El crimen, por lo tanto, parecería ser un capítulo más de la feroz lucha de poder que se desató entre los grupos que responden a Adrián Rousseau (vinculado al fallecido Arco) y Alan Schlenker.
Ahora se teme que haya venganza por parte del grupo atacado, por eso hay especial preocupación en relación a los próximos partidos que tenga que jugar River.
En tanto, para el ministro del Interior, Aníbal Fernández, “sería una locura relacionar al club con lo que está sucediendo en este caso”. Según distintas fuentes consultadas por Página 12, el titular de la cartera del Interior fue quien convenció al presidente de River, Aguilar, de no presentar la renuncia durante la difícil jornada del miércoles.
Más información
www.clarin.com/diario/2007/08/10/deportes/d-06601.htm
www.pagina12.com.ar/diario/deportes/8-89452-2007-08-10.html
www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/deportiva/nota.asp?nota_id=933209
