A medida que pasan las horas se desvanecen las esperanzas de hallar sobreviviente entre los escombros de las ciudades peruanas devastadas por el terremoto del miércoles. El último balance oficial arroja una cifra de 503 muertos. En tanto, la ayuda humanitaria tarda en llegar y genera reclamos de la población.
Ica, con un 80% de viviendas derruidas, es la ciudad que más daños ha sufrido tras el terremoto de 7,9 puntos en la escala de Richter. El responsable de Protección Civil en la zona, Aristides Mussio, declaró ayer que la búsqueda de sobreviviente seguirá hasta mañana martes, pero que las posibilidades de hallar todavía a alguien con vida es «prácticamente nula».
Según las últimas cifras oficiales del Instituto Nacional de Defensa Civil (INDECI), hay 503 personas muertas, 1.042 heridas y 34.409 familias damnificadas.
Mientras tanto, la desesperación en la población crece a medida que pasa el tiempo y siguen sin recibir ayuda. A cuatro días del sismo, la comida, remedios y carpas prometidos por el gobierno no llegan. Y allí donde llegan, resultan sumamente escasos ante los cerca de 200 mil peruanos necesitados.
Para calmar a la población, el presidente Alan García debió salir varias veces en los medios de comunicación diciendo que la ayuda estaba en camino.
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