En forma unilateral, el gobierno norteamericano decidió aplicar a Irán las peores sanciones en 30 años, dejando fuera del sistema financiero a 20 empresas de ese país, a las que considera vinculadas a una organización terrorista llamada Guardia Revolucionaria.
El presidente George Bush dio a conocer las sanciones junto al Secretario del Tesoro, Henry Paulson, y la Secretario de Estado, Condoleezza Rice. Las medidas son las más fuertes desde el triunfo de la Revolución Islámica de 1979.
La Casa Blanca ordenó congelar todos los bienes y activos de las empresas en Estados Unidos y prohibió todo tipo de transacción comercial con estas. También se vieron afectados los 3 bancos estatales de Irán.
“¿Por qué empeorar la situación al amenazar con sanciones y llevar las cosas a un callejón sin salida?”, se preguntó a modo de crítica el presidente ruso, Vladimir Putin, más contemplativo con el régimen iraní. Desde Teherán, el jefe de la Guardia, general Mohammad Ali Jafari, dijo que “hoy el enemigo ha concentrado sus ataques sobre los guardias. Como siempre, y más que nunca, el cuerpo está listo para defender los ideales de la revolución”.
La Guardia Revolucionaria es un cuerpo de elite del ejército iraní, que actúa como una fuerza paralela, y que el gobierno de Bush ha sumado a la lista de grupos que apoyan el terrorismo.
Más información
www.clarin.com/diario/2007/10/26/elmundo/i-03201.htm
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-93528-2007-10-26.html
www.lacapital.com.ar/2007/10/26/mundo/noticia_424203.shtml
