Al término de la cumbre entre la Unión Europea y Rusia, el presidente ruso, Vladimir Putín, comparó la situación vivida en 1962 durante la denominada ‘crisis de los misiles’ cubana con el actual proyecto norteamericano del escudo defensivo. La Casa Blanca rechazó enfáticamente las declaraciones.
La cumbre entre la Unión Europea y Rusia, realizada en Portugal y que discutió sobre derechos humanos y política exterior, terminó con las altisonantes declaraciones de Putin durante una rueda de prensa.
«Voy a recordarles cómo se desarrollaron las relaciones en una situación análoga a mediados de la década de 1960», dijo Putín ante una pregunta sobre los planes de Washington en relación al escudo de defensa. Acto seguido explicó que actualmente su país se encuentra en una circunstancia similar a la de Estados Unidos en 1962: «Para nosotros, tecnológicamente, la situación es muy similar. En nuestras fronteras están siendo creadas amenazas semejantes», dijo.
Sin embargo, luego trató de minimizar sus dichos y aseguró que «gracias a Dios, no tenemos ahora ninguna crisis de misiles cubana” y dijo que George Bush era “su amigo” y “podía llamarlo por teléfono cuando quisiera”. La Casa Blanca respondió con rapidez, y a través de su portavoz, Dana Perino, rechazó la comparación con la crisis de 1962 y dijo que «el propósito del sistema de defensa en Europa es defender a sus aliados europeos y Rusia”.
La llamada ‘crisis de los misiles’ se produjo en el año 1962 luego de que aviones espías norteamericanos detectaran el emplazamiento de misiles soviéticos en Cuba. Se considera que ese ha sido el punto en que el mundo ha estado más cercano a un holocausto nuclear en su historia.
Sin embargo, ésta no ha sido la única declaración fuerte de Putin en los últimos días. Anteriormente había asegurado que quienes buscan endurecer los castigos contra Teherán se comportan como «gente loca blandiendo navajas.»
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www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20071027elpepiint_5/Tes
www.elmundo.es/elmundo/2007/10/26/internacional/1193413220.html
www.lavanguardia.es/lv24h/20071026/53406049691.html
