El Vaticano beatificó ayer en la Plaza de San Pedro a 498 religiosos españoles que murieron a manos de la milicia republicana durante la Guerra Civil Española, entre 1936 y 1939. El Papa Benedicto XVI no encabezó la ceremonia, ya que se anunció en su momento que solo presidirá las canonizaciones.
La medida de beatificar a los religiosos resultó cuanto menos polémica, ya que se honró la memoria de las víctimas del bando franquista, que luego resultaría vencedor de la contienda y gobernaría con mano de hierro España durante 36 años. Como sea, por la cantidad de beatificados, fue la mayor ceremonia de su tipo en la historia de la Iglesia.
“Con su testimonio iluminan nuestro camino espiritual hacia la santidad, y nos alientan a entregar nuestras vidas como ofrenda de amor a Dios y a los hermanos. Con sus palabras y gestos de perdón hacia sus perseguidores, nos impulsan a trabajar incansablemente por la misericordia, la reconciliación y la convivencia pacífica», dijo el pontífice tras la ceremonia, que siguió desde su oficina.
Los más críticos ven en esto una ofensiva del clero contra el gobierno socialista de José Luis Rodríguez Zapatero, quien ha intentado reivindicar la memoria de las víctimas del franquismo a través de una Ley de Memoria Histórica que profundizó su enfrentamiento con el derechista Partido Popular y con la Iglesia.
Más información
www.pagina12.com.ar/diario/elmundo/4-93696-2007-10-29.html
www.clarin.com/diario/2007/10/29/elmundo/i-05615.htm
www.lavanguardia.es/lv24h/20071028/53406318212.html
