El INDEC informó que en septiembre se registró una baja del 2 por ciento en los precios de los supermercados. En rigor, esta baja, previa al acuerdo del gobierno para lograr rebajas de 5 por ciento en las góndolas, significa que hubo deflación.
Las críticas se hicieron sentir por considerar que se está frente a una nueva distorsión en los índices del organismo. «Lo que hace el INDEC es tomar el dato sobre la facturación de los supermercados y después estima cuánto de este crecimiento se explica por cantidades y cuánto por la inflación, tomando en cuenta los datos de la Encuesta Permanente de Hogares y el IPC. La metodología es la correcta, pero en la medida en que se considera un índice inferior de inflación se terminan inflando la incidencia del volumen en el crecimiento de las ventas de los supermercados», dijo Ramiro Castiñeira, de la consultora Econométrica.
Por otra parte, a partir de mañana, el INDEC empezará a utilizar una nueva metodología, traída de Estados Unidos, para medir la inflación. En principio, y para cotejar datos, se utilizarán al mismo tiempo la metodología usada hasta la fecha y la que se importó, y que no fue discutida previamente en Seminarios y Congresos con especialistas locales e internacionales, como se suele hacer cuando surge un nuevo indicador.
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www.lanacion.com.ar/EdicionImpresa/economia/nota.asp?nota_id=957990
www.pagina12.com.ar/diario/economia/2-93813-2007-10-31.html
www.clarin.com/diario/2007/10/31/elpais/p-01901.htm
