La Junta Militar que gobierna Myanmar (ex-Birmania) expulsó al jefe de la misión local de la ONU, Charles Petrie, en respuesta a un comunicado crítico al gobierno que emitiera su oficina. La expulsión se produce un día antes de la llegada al país del enviado especial del organismo multilateral.
La información fue suministrada por el portavoz de la oficina de la ONU en Bangkok, Hak-Fan Lau, quien dijo que el Ministerio de Asuntos Exteriores de Myanmar convocó a Petrie para que de explicaciones en relación al comunicado que su oficina difundió el 24 de octubre. En él se indicaba que las “preocupaciones” del pueblo birmano habían sido “expresadas de forma clara mediante las recientes manifestaciones pacíficas.»
Una semana después, el Gobierno militar birmano respondió con otra nota señalando que el anterior “comunicado daña la imagen de Myanmar” por su contenido «muy negativo» enviando deliberadamente “un mensaje erróneo a la comunidad internacional”.
Charles Petrie, además de ser jefe de la misión de la ONU, es el encargado de coordinar las tareas humanitarias en la ex-Birmania. Su expulsión se produce el día antes del arribo al país de Ibrahim Gambari, enviado especial de Naciones Unidas, que llega con el objetivo promover la reconciliación nacional y la transición hacia la democracia.
El día jueves retornaron a las calles de Rangún las protestas encabezadas por los monjes budistas, que exigen apertura democrática y libertad de expresión. A principios de octubre, en el inicio de las manifestaciones, el Gobierno reprimió las marchas con un sangriento saldo. El Ministerio de Defensa birmano interrumpió desde ayer el servicio de Internet en un intento por controlar el flujo informativo hacia occidente.
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www.elmundo.es/elmundo/2007/11/02/internacional/1194014091.html
www.elpais.com/articulo/internacional/elpepuint/20071102elpepuint_15/Tes
news.bbc.co.uk/hi/spanish/international/newsid_7070000/7070913.stm
