La presión internacional se hace sentir sobre el hombre fuerte de Pakistán, Pervez Musharraf, quien promete convocar a elecciones antes del 9 de enero. Igualmente, no hay signos de que por el momento se esté por levantar el estado de emergencia.
“La Asamblea Nacional será disuelta cuando cumpla su mandato, el 15 de noviembre, y las Asambleas Provinciales lo serán el 20 de noviembre”, anunció Musharraf. Este cronograma aspira a que las elecciones se hagan antes de la fecha indicada.
Benazir Bhutto, la líder opositora, dijo que “será difícil celebrar elecciones en un estado de excepción», si bien considero “positiva” la medida. Musharraf había justificado la permanencia del estado de excepción afirmando que «es necesario para asegurar las condiciones propicias para las elecciones».
A todo esto, el presidente, quien el sábado pasado hizo un autogolpe que derivó en la actual crisis, enmendó una ley que permite que los civiles sean juzgados por tribunales militares. Se calcula que unas 6500 personas han sido arrestadas desde el inicio del estado de emergencia.
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